Una mujer llega a cometer un crimen para defenderse, no -en la mayoría de las veces o al menos en los casos que relata Martha Santillán Esqueda en su libro “Mujeres criminales”.

Clementina puso fin a las agresiones que recibía y que asumía excesivas e inmerecidas en tanto que ella conducía de manera impecable, recatada  y con dedicado fervor a su hogar.

Sin embargo, su esposo, el Dr. De la Rosa era conocido por ser un agresor con ella. Aquella mañana de mayo de 1946, Clementina Michauss decidió ponerle fin a las constantes agresiones asesinó a su esposo de dos balazos, después de que ella, con constantes gritos suplicarla ponerle fin a las agresiones.

Una historia de violencia familiar se convirtió en nota roja

Al siguiente día, el encabezado de la contraportada del diario La Prensa decía en enormes letras: “Un médico conocido, asesinado. Cansada  su esposa de sufrir le dio tres balazos certeros”, la publicación estuvo acompañada de dos explícitas fotografías una del occiso tirado sobre el suelo (similar a la tomada para el proceso judicial) y otra sobre de su rostro ensangrentado.

El encabezado de El Universal informó “Un médico fue asesinado, ayer, a balazos por su propia esposa”, y El Nacional reportó el hecho como “El Dr. De La Rosa muerto por su esposa”, al decirlo bien, el titular que narró de mejor manera el hecho fue La Prensa ya que explicaba, sin pintar como una mera criminal a Clementina, ya que la señaló como víctima de la violencia familiar.

¿Por qué asesinan las mujeres?

En el libro “Mujeres criminales”, la autora toca otras tres historias la de Maria Antonieta quien buscó terminar con los constantes acosos sexuales de la que era objeto y que ponían en peligro su realización a través del matrimonio y la de Carmen que deseaba desarrollarse con más libertada y sin conformarse  con lo que una  mujer consideraba decente pudiera recibir pasivamente de la vida.

Estos tres casos -explica Martha Santillán-develan una época y las salidas con las que contaban las mujeres -en ese momento- para salir de la violencia. “Convertían un acto delictivo en una posibilidad para resolver situaciones consideradas insostenibles y sin mayores opciones de resolución”, escribe en la introducción.

Con rigor historiográfico, resultando de una extensa investigación de la autora, se recupera  y analizan procesos judiciales, fichas carcelarias, leyes, discursos criminológicos y psiquiátricos, combinados con nota roja, cine, música y literatura.