Este martes 2 de mayo fue asesinada Teresa Magueyal, quien buscaba a su hijo desaparecido. Dos hombres a bordo de una motocicleta dispararon en contra de la madre buscadora mientras ella paseaba en su bicicleta en San Miguel Octopan, municipio de Celaya, Guanajuato, informó el colectivo “Una Promesa Por Cumplir”.
El colectivo Unión Regional de Búsqueda del Bajío denunció que “Guanajuato es la entidad más mortífera del continente para las buscadoras”, pues además del asesinato de Magueyal se han documentado otros siete desde 2020 hasta ahora.
Teresa Magueyal comenzó su activismo cuando desapareció su hijo José Luis Apaseo Magueyal, el 20 de abril de 2020, en la misma comunidad donde fue asesinada. A partir de ese momento Magueyal comenzó su lucha como madre buscadora, sus compañeras aseguran que la mujer de mediana edad salía diario a investigar sobre el paradero de hijo pues aún tenía la esperanza de encontrarlo con vida.
“Hoy otra madre fue asesinada sin conocer el paradero de su hijo”, reprocho el colectivo “Una Promesa Por Cumplir”, también exigió a las autoridades investigar el asesinato de Magueyal y garantizar las medidas de reparación para su familia y mecanismos de no repetición para ella y las integrantes del colectivo.
“En Guanajuato las mujeres que buscamos no estamos seguras, nos matan a plena luz del día, en espacios públicos y en total impunidad", denunció el colectivo “Una Promesa Por Cumplir”.
Este no es el único caso, el año pasado asesinaron a cinco personas que buscaban a sus desaparecidos. María Carmela Vázquez fue asesinada el 6 de noviembre del año pasado en el municipio de Abasolo, Guanajuato, buscaba a su hijo Osmar Zúñiga Vázquez, de 21 años, quien desapareció el 14 de junio de 2022 en el mismo municipio.
Un mes antes, el 4 de octubre, Esmeralda Gallardo fue asesinada a balazos en Puebla; llevaba un año buscando a su hija Betzabé. El 31 de agosto asesinaron a Rosa Lilián Rodríguez en Sinaloa, buscaba a su hijo Fernando Abizaid Ramírez Rodríguez, desaparecido desde el 16 de octubre de 2019 en la población de La Cruz de Elota.
Ana Luisa Garduño Juárez fue asesinada el 28 de enero en Temixco, Morelos, su activismo comenzó con el feminicidio de su hija Ana Karen Huicochea en 2012. Con su organización “Ana Karen Vive” se volvió parte de colectivos de familias de búsqueda de personas desaparecidas. Brenda Jazmín Beltrán fue torturada y asesinada el 21 de julio en Sonora, formaba parte del colectivo Guerreras Buscadoras de Cajeme y llevaba más de tres años buscando a su hermano Luis Heraldo Beltrán Jaime.
Crédito: Cuartoscuro
Cecilia Flores, líder de madres buscadoras de Sonora, ha denunciado en reiteradas ocasiones las amenazas que ha recibido por continuar con la búsqueda de sus hijos, debido a esto ha pedido ayuda al gobierno de Andrés Manuel López Obrador para protegerla. La activista lleva más de siete años tratando de encontrar a sus seres queridos.
En México las madres tienen que salir a cumplir con la responsabilidad del Estado de buscar a las personas desaparecidas sin más ayuda que sus palas y picos. Encima se enfrentan a la violencia y amenazas de muerte que reciben por querer encontrar a sus seres queridos, el gobierno tiene que garantizarles seguridad para continuar con su labor.