La lucha feminista ha señalado las diferentes violencias que sufren las mujeres y grupos oprimidos por un sistema patriarcal. Muchos han entendido a este movimiento como un espacio donde se odia a los hombres, sin embargo, esa noción es incorrecta. 

El autor español Octavio Salazar en su libro El hombre que deberíamos ser se cuestionó el movimiento feminista y cómo el hombre puede hacer su revolución masculina, aquella que las mujeres llevan siglos esperando, para erradicar la violencia de género. Aquí te compartimos 10 claves que el autor propone.  

via GIPHY

1. Hombre revolucionario 

Asumir que existe un problema es el primer paso para la revolución masculina que propone el escritor español. Los hombres deben comprender que son parte de una estructura privilegiada que se construye con relaciones de poder. Por esa razón, explica que la revolución debe ser política. 

2. Hombre activo 

Promover que los hombres se conviertan en agentes activos en los espacios privados (la familia) es la segunda clave que propone Salazar. Comenzar a asumir que las tareas y responsabilidades no son cuestión de género, ni una división de trabajo. Tanto hombres como mujeres, deben estar presentes en todos los ámbitos. 

Te puede interesar: La importancia del padre o su figura simbólica en la psique

3. Hombre colaborativo 

Enseñar a los hombres que las mujeres no deben hacerse cargo de sus necesidades, sino, ellos mismos. El autor propone promover una cultura empática, conciliadora y menos violenta desde edades tempranas para que los varones aprendan a trabajar en su propia autonomía y no dependan de labores que culturalmente se le atribuían únicamente a las mujeres. 

4. Hombres femenino 

Romper con la idea de una masculinidad que reprima cualquier expresión femenina y fomentar los vínculos emocionales tanto con hombres como con mujeres, para que aprendan que también son personas frágiles, vulnerables y que pueden expresar sus emociones. 

via GIPHY

5. Hombres sin monopolios 

Hacer evidente los privilegios masculinos en el espacio público para que los hombres reconozcan las posiciones de poder y dominio de las que son parte, que muchas veces, resaltó Slazar, son el origen de violencias de género estructurales. Una vez reconocidas, abrir camino a mujeres para ocupar nuevos espacios y en condiciones de igualdad.  

6. Hombres transformador

Replantear cómo están organizadas las estructuras institucionales y sociales para no reproducir las mismas que han oprimido a las mujeres durante décadas. Desde hacer políticas públicas con perspectiva de género hasta la distribución de los recursos en el ámbito privado, son la sexta clave del autor. 

Te puede interesar: Todo lo que debes saber sobre la inyección anticonceptiva para hombres

7. Conocer más referentes 

Conocer nuevos referentes en todas las áreas de conocimiento como la ciencia, literatura, historia, música o deporte, para que la mirada masculina no sea la única perspectiva de la construcción del mundo y sociedad. El escritor afirma que tanto hombres como mujeres deben hacer la construcción del imaginario y la realidad. 

8. Hombres no cómplice

Evidenciar las prácticas violentas que se ejercen en una sociedad patriarcal para no ser cómplices y erradicar conductas que generan violencia de género. Así como, no reproducir prácticas que denigran a la mujer, es lo que proponen Salazar, quien resalta a la pornografía y prostitución.  

via GIPHY

9. Hombres afectivo

Enseñar a crear lazos sexo-afectivos recíprocos, basados en el reconocimiento de la pareja y no en su dominio. Compartir que la sexualidad puede ir acompañada de afectividad y no de poder, y tampoco atribuir el rol de salvador o proveedor eterno. 

10. Hombre crítico 

Por último, el escritor incita a que el hombre se cuestione la masculinidad hegemónica para que puedan llegar a transformarse y asumirse como hombre “nuevo”. Hacer que los hombres comprendan la lucha feminista de forma crítica. “Esta lucha no es contra los hombres, sino contra el patriarcado”, explicó Salazar, por lo que invita a no temer al movimiento feminista, sino a entenderlo.