Se estima que de 2018 a la fecha al menos 57 mujeres migrantes han sido víctimas de abusos quirúrgicos en el Centro de Detención Migratoria de Irwin, Georgia. Entre los abusos cometidos se encuentran histerectomías forzadas, con lo que las migrantes son esterilizadas sin su consentimiento. 

De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las mujeres conforman casi la mitad de los 272 de migrantes y 19,6 millones de personas refugiadas en el mundo, de la cuales, entre el 24% a 28% de mujeres experimentan alguna forma de violencia sexual o violencia en razón de género. 

La “punta del iceberg” de una serie de tratos inhumanos

Organizaciones de la sociedad civil en colaboración con médicos y abogados dieron a conocer los resultados de las investigaciones realizadas sobre los tratos que las migrantes reciben en el Centro de Detención Migratoria de Georgia. Resultados que ya fueron entregados a los senadores de Estados Unidos.

Los legisladores estadounidenses calificaron tal situación como la “punta del iceberg” de una serie de tratos inhumanos que se comenten contra migrantes en ese lugar, que se encuentra administrado por LaSalle Corrections, una empresa privada contratada por el Servicio de Control de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos. 

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De acuerdo con la opinión de médicos especialistas, las mujeres fueron sometidas a intervenciones médicas innecesarias y agresivas en situaciones irregulares. Incluidas las histerectomías.

Entre las afectadas se encuentran 10 mexicanas

Las histerectomías son un proceso quirúrgico mediante el cual se extirpa el útero o parte de este. Dentro de este procedimiento también pueden extirparse el cuello uterino, los ovarios y las trompas de falopio.  Esta cirugía resulta irreversible. 

Las investigaciones recabaron los testimonios de las víctimas, con los que se concluyó que de 2018 a la fecha, 57 mujeres fueron sometidas a intervenciones quirúrgicas sin su consentimiento. Entre las afectadas se encuentran 10 mexicanas. 

El médico señalado como responsable de los abusos quirúrgicos es Mahendra Amin, colaborador del Centro Migratorio de Irwin, Georgia. De acuerdo con el análisis de las organizaciones, se detectó un patrón de operaciones ginecológicas realizado por el médico Amin, en el que destaca la ausencia de consentimiento verdaderamente informado de las paciente. 

La esterilización forzada viola el derecho a no ser sometido a torturas ni penas o tratos crueles, inhumanos y degradantes

De acuerdo con la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la esterilización forzada ocurre cuando una persona es esterilizada sin su consentimiento o cuando no se le da la oportunidad de expresar el consentimiento de manera explícita e informada, lo que representa una grave intromisión en la salud reproductiva de las mujeres, que incorpora muchos aspectos de su integridad personal, incluyendo su bienestar físico y mental.

Así mismo, la CIDH ha señalado que la esterilización forzada viola el derecho a no ser sometido a torturas ni penas o tratos crueles, inhumanos y degradantes. 

La investigación descubrió que algunas de las víctimas fueron inyectadas con Depo-Provera

Según relatan las mujeres de los testimonios, una vez dentro del centro de detención acudían con el ginecólogo Mahedra Amin por un sangrado y al darles la supuesta atención médica necesaria se les realizaban operaciones quirúrgicas sin su consentimiento.

 

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La investigación descubrió que algunas de las víctimas fueron inyectadas con Depo-Provera, un anticonceptivo que contiene progestina y las hace sangrar. Lo anterior fue documentado en los archivos médicos para justificar las cirugías, cuyo costo ascendía a miles de dólares y era facturado por los propios médicos del centro.

Algunos congresistas estadounidenses se refirieron a la situación como un problema sistemático de abusos en las prisiones dirigidas por empresas privadas y exigieron que el Centro de Detención de Irwin sea cerrado inmediatamente 

El centro de detenciones de Georgia no es el único en el que se dan casos contra las mujeres

Este lunes, las defensoras de derechos humanos y representantes de víctimas migrantes Azadeh Shahshahani, Kathleen Hoyos y Sarah Orwins realizaron una videoconferencia donde señalaron que el centro de detenciones de Georgia no es el único en el que se dan casos contra las mujeres migrantes e instaron a que México lleve a la ONU y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) los abusos médicos cometidos contra las migrantes.

Con información de: La Jornada