Leila Guerriero es periodista desde 1991 y dice que no todos los hechos merecen un énfasis narrativo, así mismo indica que para escribir crónica se requiere la calidad que habitualmente se le atribuye solamente a la literatura; pero sin faltar a la verdad.

Agrega también la definición de cuatro fases para la escritura de una crónica: la preparación (consiste en la investigación documental, selección de entrevistados y planeación preliminar del enfoque y el punto de vista); la reportería (consiste en la realización de entrevistas, visita a los lugares relacionados con el tema, rastreo de datos y verificación de la información); selección del material (que hace referencia a la transcripción, revisión exhaustiva del material recopilado e identificación de los momentos claves) y la escritura (fase en la que se define la estructura del relato, la ponderación específica del inicio y final y la revisión del texto).

A continuación, te compartimos 10 recomendaciones que compartió durante el Taller de periodismo narrativo para la información cultural, en abril de 2012, para escribir una crónica al estilo de Leila Guerriero:

  • Un buen inicio y un buen final

Según Guerriero, para escribir una buena crónica hay que preocuparse por un buen inicio y buen final. “El principio de un texto tiene un peso específico muy fuerte porque va a definir todo lo demás. Yo no me siento a escribir nunca si no tengo la frase de arranque. A partir de ahí, la estructura la voy encontrando casi naturalmente”, agrega. De igual manera, resaltó que también un mal final podría echar a perder toda la historia.

Un texto de no ficción, dice Guerriero, responde a las mismas reglas que la ficción corta. Debe tener principio, medio y final. A su vez cada parte debe tener otro principio, medio y final.

{"quote":"Para mí el arranque es un tirano maravilloso. Hay que encontrar el inicio exacto para tu historia, que no sea caprichoso y establezca las bases de ese texto. El principio nos condiciona todo el resto, explica Leila Guerriero."}

  • Más que una cuestión de forma

La cronista y editora sostiene que para lograr un buen texto no solo es importante la forma; una buena narrativa logra una amalgama entre historia y forma.

Además, advierte que todas las preguntas clásicas del periodismo deben estar respondidas en el texto, pero no necesariamente en el arranque, y de la manera menos obvia posible.

  • Cada frase, al servicio de la historia

No se trata de poner frases “lindas” o sin razón; se debe lograr con las palabras un ritmo y un tono que se enreden con el contenido del texto. La forma es parte de la información.

Si una frase no forma parte de la información, es mejor dejarla por fuera. A veces usar frases largas funciona porque se vuelven un mantra, una serie de sonidos que se repiten. Para lograr este efecto, las partes de la fórmula tienen que estar repetidas de forma casi idéntica, pero no hay que abusar del recurso.

  • Engancha al lector

Al lector hay que engancharlo por algo –recomienda Guerriero–, por lo que sea. Para ello aconseja probar con estructuras visuales, estructuras de sonidos y frases impactantes. Mientras sirva para contar mejor la historia, es válido.

  • Maneja los tiempos

Guerriero aconseja tener en cuenta que siempre en toda crónica hay un tiempo pasado y un presente. De modo que el texto debe contener la historia del personaje retratado y el tiempo en que está sucediendo la crónica.

  • Cuida el momento de irrupción del personaje principal

La periodista recomienda tener en cuenta que el primer parlamento en la historia debe plantear el carácter del personaje: eso lo hace especialmente importante, como si se tratara de una obra de teatro.

  • La prosa no es del autor, sino del lector

En este punto hay que ser amable con el lector, pues no se escribe para florearse, sino para contar la historia y para ello se debe entender que el receptor es el lector.

Leila Guerriero recomienda ser sencillos, pero no simples. Además, aconseja escapar de los lugares comunes y no escribir sobre lo obvio, ni tratar de demostrarle al lector que uno conoce muchos sinónimos.

Por el contrario: si algo es terrible, hay que mostrarle al lector por qué es terrible. Si alguien está triste, hay que mostrarle a la mujer llorando.

  • Sé equilibrada

Al momento de editar es muy importante el equilibrio. Si se descuida, se puede hacer pasar al personaje como un loco, sacando de contexto sus declaraciones. Hay que mediar.

Así mismo, si el cronista presupone cosas, al momento de hacer la entrevista solamente va a encontrar eso en lo dice el entrevistado. Por ello, hay que escribir e investigar sin prejuicios.

{"quote":"Un periodista bueno de verdad debe abordar la historia como si fuera la primera vez que se enfrenta a ella, expresa Guerriero."}

  • Una descripción no es un inventario de cosas

Guerriero explica que la descripción se trata de una edición, una selección de la esencia de un lugar; por tal motivo se ha de tener especial cuidado con la introducción de datos duros, y tampoco se debe obviar cosas que no son obvias. Es decir: un edificio no es alto; tiene una altura en metros. Lo lujoso no es lo mismo para uno que para el gerente de una empresa de autos.

La periodista invita a especificar en vez de usar adjetivos y a tener cuidado con el humor: es un arma de cuatro filos si no se sabe manejar y puede dejar al autor en ridículo.

Agrega que es importante reconocer que quien escribe la historia es un periodista y no un egomaníaco: solo debería usar la anécdota personal para contar algo que solamente él puede contar.

  • Lee y escucha tu texto

Leer los textos en voz alta ayuda a saber cómo fluyen y permite adecuar el ritmo del lenguaje: algo rápido puede contarse en un relato sin comas o sin puntos.

El mismo texto debe lograr que un lector avance sin preguntarse por qué le debería creer al redactor. Además, el cronista debe saber tanto de lo que estén hablando, que esa sabiduría se traslade como una materia intangible para el lector.

APVB