El tema del sexo anal es uno de los grandes tabúes sobre la sexualidad. Tenemos la idea de que el ano no está diseñado para la penetración ¿pero la boca? ¿Tampoco para practicar sexo oral?
Si estás interesada o interesado en la práctica del sexo anal, lo básico es que tenga confianza con el o la otra, tengas confianza y te informes.
También existe mucha desinformación, se cree que son sucias o hasta que dejan secuelas en la salud de la zona. La realidad es que cuando se hacen correctamente pueden ser tan placenteras, que dan lugar a un orgasmo anal. Si no sabes cómo conseguirlo, aquí te damos 3 técnicas efectivas para lograrlo.
De acuerdo con la sexóloga Betty Dodson, la estimulación del llamado nervio pélvico a través del recto, puede desatar sensaciones muy excitantes, incluso en algunas mujeres se puede disfrutar más con el sexo anal que con el sexo vaginal una vez que se domina y en el caso de los hombres, hay acceso al llamado punto P, que es altamente sensible a la estimulación sexual por atrás.
La penetración anal no es la única forma de conseguir un orgasmo, existen otras técnicas para aprovechar al máximo la sensibilidad de esta zona. Toma nota.
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Cómo llegar a un orgasmo anal
Aunque no lo creas, entre los orgasmos más placenteros se encuentra el que surge en la zona anal, pero no todas las personas con una vida sexual activa saben cómo conseguirlo o piensan que siempre se necesita de la penetración.
Un estudio publicado en la revista Clinical Anatomy y retomado por el portal Muy Interesante, concluye que, de hecho, los orgasmos a través de la estimulación anal son mucho más intensos que los obtenidos a través de la única estimulación del pene.
Si quieres atreverte a intentarlo, te compartimos tres técnicas efectivas para lograr el orgasmo anal:
1. Masajes
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Si eres principiante no te puedes saltar este paso, pues es importante empezar poco a poco a acostumbrar a la zona a la estimulación y para ello, un masaje es la mejor opción. Recuerda que la zona anal tiene muchas terminaciones nerviosas y para aprovecharlo, puedes hacer suaves caricias y algunos toques alrededor del ano, de forma muy lenta y usando tus dedos. Luego, puedes ir agregando juguetes sexuales como un vibrador para intensificar las sensaciones.
Algunas personas incluso logran el orgasmo anal solo con esta estimulación en combinación con la genital o de otras zonas erógenas, así que tómate tu tiempo para hacerlo y encontrar los movimientos que te causen más placer. No olvides usar un lubricante para facilitar la masturbación.
2. Beso negro o annilingus
El beso negro implica la estimulación del ano con la boca, puede incluir algunos besos y lengüeteos, así como penetración con la lengua. También se puede lamer y besar el resto de la zona, pero las sensaciones más intensas se encuentran en la abertura anal debido a la gran cantidad de terminaciones nerviosas.
Antes de intentarlo, recuerda que tanto tú como tu pareja deben estar de acuerdo en realizarlo y que la higiene es fundamental. Lo ideal es colocar una barrera de látex para disminuir el contacto con bacterias peligrosas y solo enfocarse en hacer movimientos con la lengua que sean muy excitantes.
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3. Sexo anal
Una vez que te sientas preparado para pasar al siguiente nivel, puedes iniciar con el sexo anal o la penetración, pero no se trata solo de meter y sacar, hay que tener mucho cuidado de hacerlo en posiciones que aumenten el placer. La posición sexual clásica para un orgasmo anal sin duda en la de perrito o doggy style, aunque hay diversas opciones de posturas para el sexo anal, como la cucharita, o el tornillo, que permiten una penetración profunda.
Se recomienda intensificar las sensaciones con movimientos circulares y lentos, lo que logrará una respuesta más rápida a la estimulación y orgasmos más intensos. Lo más importante para un orgasmo anal es dejarse llevar por el jugueteo y estar completamente relajado.
Si nunca has experimentado un orgasmo anal, para llegar ahí lo mejor será combinar la estimulación del ano con otro tipo de jugueteo en zonas erógenas como los pezones. Lo que nunca debes hacer es pasar del ano a la vagina porque podrías aumentar el riesgo de infecciones. Si quieres hacerlo usa un condón y cámbialo cada vez que cambies de orificio.
¿Te atreves a intentarlo?