Ser una mujer independiente en un mundo patriarcal no es algo sencillo, se trata de un proceso de emancipación que empieza en una misma
Si eres una mujer que vela por su seguridad emocional, económica y social, que lucha por sus ideales y es independiente, seguramente eres el sueño de liberación de tus ancestras. En un sistema patriarcal, ser una mujer independiente es revolucionario.
Las mujeres son discriminadas por su género, pero también por su clase social, su raza e incluso su orientación sexual. Históricamente las mujeres han enfrentado diversas opresiones, pero el feminismo ha luchado por la libertad de las mujeres en todos los aspectos.
Muchas veces, el camino hacia la independencia para las mujeres es mucho más difícil que para los hombres, porque hemos crecido aprendiendo a depender de los varones. En el pasado las mujeres sólo podían salir de la casa familiar cuando se casaban y por lo tanto, pasaban de estar bajo la tutela del padre a estar bajo la tutela del esposo.
No en todos los lugares del mundo la independencia de las mujeres es algo real, un ejemplo de ello es Arabia Saudita, donde hasta esta semana, los padres tenían la posibilidad de demandar a sus hijas por vivir o viajar solas.
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Ser una mujer independiente implica muchas cosas, como atravesar un proceso de empoderamiento femenino y de rebeldía ante un sistema patriarcal. Este proceso también contribuye al cambio social para las siguientes generaciones de mujeres. Por ello, aquí te contamos sobre algunos hábitos de mujeres independientes:
1. Luchan por su independencia económica
La escritora feminista Virgina Wolf decía que para que las mujeres pudieran escribir necesitaban dinero y un cuarto propio, desde el siglo pasado ella apuntaba la importancia de que las mujeres contaran con un sustento económico propio, que les permitiera vivir de una forma más independiente.
No obstante es necesario señalar que a las mujeres también las atraviesan las desigualdades económicas y que es mucho más difícil para una mujer de clase baja lograr su independencia económica, que para una mujer de clase acomodada.
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Las mujeres independientes luchan por no depender económicamente de los hombres, ya sea estudiando para un mejor futuro, trabajando para salir adelante, emprendiendo o ahorrando.
2. Disfrutan de estar con ellas mismas
Las mujeres independientes aprenden a disfrutar de su soledad y aprovecharla para cultivar el amor propio, la compasión por una misma y aprenden a disfrutar el tiempo libre con ellas mismas.
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3. Cuidan sus salud mental
Las mujeres independientes saben la importancia de cuidarse a ellas mismas, y por lo tanto, cuidan su salud mental, ya sea tomando terapia, leyendo sobre estrategias de autocuidado emocional o simplemente aprendiendo a gestionar sus emociones. Las mujeres independientes trabajan por su bienestar mental.
4. Cuidan sus redes de apoyo
Ser una mujer independiente no significa no convivir con nadie más, las mujeres independientes comprenden la importancia de tener una red de apoyo y amor en donde puedan refugiarse y recargarse de empoderamiento para enfrentar al mundo y sus adversidades. Ya sean sus familiares o sus amigas, las mujeres independientes cuidan sus redes de apoyo.
¿Eres una mujer independiente o estás en el proceso de convertirte en una?