Un año después de que la Suprema Corte declaró inconstitucional prohibir el aborto, México ha logrado algunos avances en el tema, pero aún falta que sea libre, seguro y gratuito en todo el país, de la mano con la garantía de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
“Quisiera decir que ha habido muchos cambios, que vivimos en una sociedad más abierta, que ya son más estados en los que ya se despenaliza el aborto y que no exista esta criminalización de las mujeres que decidimos sobre nuestros cuerpos y que decidimos tener una interrupción legal del embarazo, pero desafortunadamente no es así”, lamentó Yunuen Castillo Menchaca, especialista en género y derechos Humanos de Coahuila e integrante de las Constituyentes MX.
¿Qué pasó con el aborto en 2021?
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó el 7 de septiembre de 2021 el artículo 196 del Código Penal del estado de Coahuila, que castigaba el aborto hasta con tres años de prisión, y sentó un precedente para impedir encarcelar a las mujeres que abortan y llevar la interrupción legal del embarazo a cada entidad.
En el mismo año, se sumaron a la despenalización del aborto hasta las 12 semanas de gestación: Veracruz, Hidalgo, Baja California y Colima. Mientras que, en la Ciudad de México se hizo en 2007 y Oaxaca en 2019. Respecto a 2022, se unió Sinaloa (hasta la semana 13) en marzo, Guerrero en mayo y Baja California Sur en junio.
¿Por qué abortar no debe ser delito?
Organizaciones señalaron que se necesita ver el aborto como lo que realmente es: un servicio de salud y dejar de tratarlo como delito. “Actualmente, el aborto es el único servicio de salud reproductiva que está regulado en los códigos penales”, destacó María Antonieta Alcalde Castro, directora de Ipas Centroamérica y México (Ipas CAM).
“Las mujeres vamos a la cárcel por decidir sobre nuestros cuerpos, mientras que hay violadores, acosadores, agresores que andan libres, feminicidas sin recibir absolutamente ningún castigo”, explicó Yunuen Castillo.
La Red de Aborto Seguro de Saltillo (RASS) afirmó que en 2021 el colectivo ayudó a 284 mujeres a abortar y actualmente afrontan incluso las negativas de las farmacias de vender fármacos como la píldora del día después.
¿Clandestino es igual a inseguro?
El trabajo de las colectivas feministas que acompañan a mujeres que deciden abortar es fundamental para la atención integral, desde la medicación y procedimientos médicos hasta la contención emocional, de acuerdo con Fondo María, una organización dedicada al acompañamiento de abortos en casa.
Este trabajo se ha llevado a cabo en total clandestinidad porque las mujeres que abortan y que acompañan lo hacen en estados donde el aborto aún es tipificado como un crimen. Por ello es una práctica insegura, porque las mujeres se tienen que esconder y muchas veces eso se suma a las condiciones precarizadas de las redes de acompañantes, señalan.
“El aborto con medicamentos es un aborto que sumamente seguro y que la misma mujer puede gestionarlo incluso en su casa o en el espacio que considere seguro especialmente si se hace en las primeras semanas de gestación” explicó la fundación para La Cadera de Eva.
¿Las mujeres van a abortar más si se legaliza?
En la Ciudad de México, desde que se legalizó la interrupción del embarazo sin condición alguna, del total de quienes accedieron al servicio 94.5% de quienes accedieron a la ILE son mayores de edad, 78.8% de los procedimientos de ILE se realizaron con el método de medicamentos, 68.8% de las usuarias reportaron residir en la CDMX y el 31.1% en otras entidades federativas; además, 41% de quienes abortaron reportaron estar casadas o en unión libre, de acuerdo con datos oficiales.
Estas cifras señalan que el aborto en condiciones seguras sin criminalización también requiere de un sistema de salud que sea sostenible y esto es una responsabilidad del Estado mexicano que las mujeres han tomado en sus manos, coinciden las expertas.
¿Cuál es el panorama internacional?
En el continente americano se han presentado diversos retrocesos en el tema del aborto, pues en tanto en Estados Unidos como en América Latina, se ha penalizado el derecho a decidir.
“A las mujeres nos orillan a tener que emigrar, movernos, siempre tenemos que ir buscando la manera para realmente continuar con nuestros proyectos de vida a pesar de todos los obstáculos", precisó Castillo Menchaca.
El camino en México hacia la despenalización total del aborto voluntario y la garantía de servicios legales, seguros y gratuitos para toda aquella persona que lo requiera aún es largo. Para ello es necesario conocer a profundidad la situación legal actual para garantizar condiciones que permitan a las personas tomar decisiones sobre sus cuerpos.