Con su llegada a las salas de cine en México, Flow ya ha roto récords en taquilla nacional. Casi 400 mil personas acudieron al cine para ver esta peli durante su estreno, cifra que supera los números obtenidos en Estados Unidos después de siete semanas de estar disponible, con 250 mil espectadores, según datos de la distribuidora Cine Canibal.
Recientemente también se convirtió en la primera película independiente en ganar un Globo de Oro, compitiendo a lado de estudios como Disney y Pixar, y es que la fuerza de esta peli se concentra en la narración sin diálogo, usa el movimiento corporal, las expresiones y los sonidos puros de la naturaleza para contar una historia entrañable con una paleta de colores vibrante que orilla a la emotividad.
Flow narra la aventura de un grupo de animales que se enfrenta a un mundo cubierto de agua que aumenta de manera acelerada. Un gato negro, una capibara, un perro, un lémur y un pájaro secretario emprenden un viaje de supervivencia, en el que descubren que la colaboración es una herramienta para superar los miedos y la diferencias.
Es por eso que a continuación te dejamos cinco enseñanzas que Flow nos dejó para comenzar este 2025. Aunque ojo, tiene algunos spoilers.
1. Sentir miedo en situaciones de riesgo es natural
En esta peli, los personajes sienten miedo e incertidumbre al ver el mundo que conocen cambiar frente a sus ojos, especialmente porque este no está diseñado para los mamíferos.
El miedo es una emoción natural ante lo desconocido, muchas veces creemos que debemos ser valientes y suprimir nuestras angustias ante nuevos escenarios, pero la realidad es que muchas veces el temor y el pánico no se van al instante, por más audaces que seamos.
2. El acompañamiento a veces viene de las personas menos esperadas
Al encontrarse en peligro después de caer del pequeño bote en el que se encontraba, el gato teme que un pájaro secretario lo persiga mientras se encuentra indefenso e intenta huir sin éxito. Una vez que el pájaro devuelve al gato a su barco, el gato entiende que intentaba ayudarlo.
A menudo creemos que sólo aquello conocido nos proveerá de acompañamiento, tanto, que nos cerramos a diferentes personas y posibilidades, lo que imposibilita ver que hay otras alternativas y personas que están dispuestas a cobijarnos durante tiempos vulnerables, así que la ayuda puede venir de cualquier lugar.
3. Reconocer las diferencias fortalece lazos
Mientras el gato, el perro, la capibara, el lémur y el pájaro secretario navegan por el barco reconocen que son diferentes, desde su dieta alimenticia hasta su comportamiento y su manera de interactuar.
Conforme avanza la película, los protagonistas entienden que sus habilidades individuales pueden beneficiarlos como grupo, mientras unos cazan, otros se encargan de la navegación del bote, y en el trayecto, entienden que sus diferencias los unen como grupo.
Cuidar el bienestar del otro reconociendo los límites y las diferencias también puede ser un acto de ternura que fortalece lazos, las amistades y la empatía. Como cuando la capibara rescata del agua un tiliche brillante porque reconoce el valor emocional que tienen para el lemur.
4. La amistad nos nutre como individuos
Después de cazar peces, el gato piensa en la vez que el pájaro secretario le brindó alimento, esto le hace reflexionar y comienza a compartir su comida con el resto de la tripulación, pero especialmente con el perro labrador, que tiene una personalidad juguetona, opuesta al gato.
Las amistades nos enseñan, nos ayudan a cuestionar y nos abrazan en el proceso, la reflexión proviene del cariño y de la serenidad sin necesidad de un intercambio. Los protagonistas aprenden entre sí nuevas formas de colaboración y crecimiento personal.
5. No siempre hay finales felices
Cuando el nivel del agua comienza a descender la tripulación se reúne después de salvar al capibara de caer por un acantilado, en ese momento combinan todas sus fuerzas para lograrlo.
Lo que parece ser un final feliz cambia en unos segundos; una estampida de de ciervos aparece en el fondo y tras seguir su dirección se dan cuenta que la ballena que en ocasiones acompañó su travesía estaba varada en la tierra seca.
A veces olvidamos que fuera de nuestros círculos, hay otros que tienen otras necesidades y que comparten este mundo con nosotros, Flow nos recuerda que lo que parece ajeno y lejano en realidad forma parte de un grupo más grande. Los animales de la película sienten tristeza e impotencia al ver que los finales no son iguales para todos.
Si ya viste Flow cuéntanos qué te pareció.