En cada marcha feminista, las calles se inundan de colores morados, verdes, naranjas y rosas; entre telas brillantes, carteles que reflejan la digna rabia e iconoclasia que busca llamar la atención ante la ola de violencia que vivimos las mujeres, estos colores resaltan más la lucha del movimiento feminista y quienes los portan con orgullo acompañan los tonos con potentes consignas que hacen temblar el suelo donde cientos de mujeres han sido asesinadas ante la ineficacia del Estado.

Estos colores representan a las mujeres que fueron asesinadas en “nombre del amor”, a las mujeres que fueron agredidas sexualmente y a las mujeres que han sido víctimas de alguna violencia a lo largo de su vida; estos colores honran las memorias y adornan la ciudad para hacerles ver que no vamos solas, pero más allá del significado superficial o el contraste entre estos tonos, los colores morado, verde, naranja y rosa representan cada uno de los pilares por los que el feminismo se sostiene y engloban las exigencias de todas las mujeres alrededor del mundo.

Con un significado profundo, estos colores se han convertido en el principal identificador de la lucha feminista, pero ¿qué significan cada uno de ellos? Aquí te lo contamos. Si bien no existe un solo hecho histórico que haya definido el uso de estos colores, éstos se han convertido en parte de la historia feminista por su significado.

  • Color morado: ¡Arriba el feminismo que va a vencer!

Existen muchas leyendas que explican el uso del color morado como símbolo principal de la lucha feminista, una de las más simples refiere que el color morado se obtiene de mezclar el azul (que es socialmente relacionado con los hombres y la masculinidad) y el rosa (que se asocial generalmente con las mujeres y la feminidad), por lo que el morado sería la representación de la igualdad entre ambos géneros.

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Por otra parte, otra de las teorías afirma que el color morado dentro de la lucha feminista nació a raíz de uno de los episodios más duros para la lucha obrera que protagonizaron las mujeres; de acuerdo con National Geographic, el 25 de marzo de 1911 sucedió un incendio dentro de la fábrica textil Triangle Waist Co., en ella la mayoría de las personas trabajadoras eran mujeres jóvenes que debían cumplir una jornada laboral de 52 horas semanales con salarios sumamente precarios.

En el desastre sucedió aquel 25 de marzo murieron un total de 146 personas, mientras que 70 más quedaron gravemente heridas, el número de víctimas fue tan grande debido a que las puertas de la fábrica estaban cerradas con llave y las mujeres trabajadoras no pudieron salir rápidamente del lugar, así mismo, los bomberons no pudieron ingresar para apagar el fuego, lo que consumió totalmente la fábrica, las maquinarias y los materiales que se encontraban al interior, es ahí donde se dice que el humo que salía del edificio y podía verse desde casi toda la ciudad, era de color morado debido a los tejidos que se usaban en esta fábrica de camisas. Por este motivo, desde aquel momento el morado quedó asociado a la lucha feminista, pues la Triangle Waist Co. se convirtió en un símbolo de la precariedad laboral y las violencias sistémicas que vivían las mujeres.

Finalmente, otra leyenda que explica el uso del color morado en el feminismo afirma que fueron las sufragistas quienes decidieron usarlo; según Emmeline Pethick-Lawrence, una de las más destacadas sufragistas, el color morado fue adoptado por ellas ya que: “El violeta, color de los soberanos, simboliza la sangre real que corre por las venas de cada luchadora por el derecho al voto, simboliza su conciencia de la libertad y la dignidad. El blanco simboliza la honradez en la vida privada y en la vida política. Y el verde simboliza la esperanza en un nuevo comienzo”.

  • Color verde: ¡Aborto sí, aborto no! ¡Eso lo decido yo!

El color verde también ha acompañado la lucha feminista y fue en 2003 cuando activistas argentinas popularizaron este color para representar una postura política ante la despenalización y legalización del aborto y para que cada mujer pueda decidir sobre sus cuerpas libremente.

Este color fue elegido originalmete por el movimiento feminista en Argentina, con el fin de representar la lucha a favor del aborto libre y seguro, ahora conocida como la ‘marea verde’. En forma de pañuelos, el color verde puede verse en los brazos, cuello o muñecas de las mujeres como símbolo de lucha para conquistar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, así como la despenalización del aborto.

Los pañuelos verdes fueron usados por primera vez en el 18vo Encuentro Nacional de Mujeres, celebrado en Rosario, Argentina, en 2003 ya que era la primera vez que el derecho al aborto se discutía como tema central en esa reunión.

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Por su parte, Marta Alanis, directora de la sección argentina de la organización Católicas por el derecho a decidir, explicó al diario francés Le Monde que ella sugirió usar los pañuelos verdes como un símbolo del encuentro ya que esta prenda era una referencia a los pañuelos blancos que utilizan las Madres de la Plaza de Mayo, la organización de mujeres que ha luchado desde 1977 para encontrar a sus hijos y nietos desaparecidos durante la dictadura militar que el país sudamericano vivió entre 1976 y 1983.

A partir de ese momento, el pañuelo verde ha recorrido toda Latinoamérica en busca de que las mujeres puedan elegir libremente sobre sus cuerpas y sus derechos reproductivos, siendo el aborto uno de ellos.

  • Color naranja: ¡Escucha, hermana! ¡Si te pega, no te ama!

Este color se incorporó recientemente a la lucha feminista ya que fue la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el apoyo de distintas organizaciones internacionales definieron el 25 de cada mes como el “Día Naranja”, un día para generar conciencia y pasar a la acción para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas. El color naranja fue elegido para esta campaña ya que es un color vibrante y optimista, y representa un futuro sin violencia contra las mujeres y las niñas.

El Día Naranja hace un llamado a activistas, Gobiernos y socios de las Naciones Unidas para movilizar a la población y destacar las cuestiones relacionadas con prevenir y poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, no sólo una vez al año, el 25 de noviembre (Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres), sino todos los meses.

Es así como este color se convirtió en parte de la lucha feminista en contra de la violencia de género y las opresiones patriarcales que las mujeres vivimos día con día.

  • Color rosa: ¡Ni una más, ni una más! ¡Ni una asesinada más!

Finalmente, el color rosa es usado para recordar la vida de las mujeres víctimas de feminicidio. De acuerdo con El País, este color fue retomado de las cruces rosas usadas como símbolo de protesta por las mujeres asesinadas de Ciudad Juárez, el municipio de Chihuahua en la frontera con Estados Unidos que desde 1993 sufrió una brutal ola de feminicidios.

A lo largo de los años, las mujeres mexicanas de todo el país se reapropiaron de este símbolo y comenzaron a usar este color en forma de cruces para recordar a las mujeres víctimas de feminicidio y pedir que se haga justicia por ellas.

Más recientemente, el feminismo interseccional usó este color para incluir a las mujeres trans dentro de la lucha feminista ya que, ellas también sufren opresiones sistémicas y patriarcales.