Vivir violencia durante la infancia o adolescencia es un factor de riesgo que perjudica el desarrollo de niñas, niños y adolescentes. Muchas de las personas privadas de libertad en México estuvieron expuestas a violencia en su entorno durante su niñez y adolescencia, reveló la organización Reinserta.

El estudio "Exposición a la violencia en la infancia y adolescencia de personas  privadas de libertad”, elaborado por Reinserta, recopiló información sobre los factores de riesgo, la violencia y experiencias traumáticas a las que las personas privadas de libertad fueron expuestas en la infancia y adolescencia.

Los y las expertas coinciden en que la exposición a la violencia afecta directamente en la vida de niñas, niños y adolescentes, pues afecta su desarrollo físico, emocional y social. Esto impacta en sus procesos de adaptabilidad y de interacción con las demás personas.

Saskia Niño de Rivera, cofundadora de Reinserta, destacó que es importante no criminalizar a las infancias, pero tampoco “victimizar a quienes viven violencia, sino identificar factores de riesgo a los que han sido expuestos”.

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La fractura de vínculos afectivos daña el desarrollo de infancias y adolescencias

El estudio de Reinserta advirtió que si niños, niñas y adolescentes son expuestos a un ambiente violento podrían sufrir estrés crónico, tender a normalizar la violencia y tener conductas antisociales o delictivas. “Nueve de cada 10 personas reportaron haber tenido contacto directo con al menos una actividad delictiva antes de los seis años”, reveló Reinserta. También mostró que cinco de cada 10  personas privadas de la libertad vivieron violencia verbal por parte de sus padres o cuidadores antes de los 18 años.

Israel Castillo, presidente de la Asociación Mexicana de Psicotrauma, explicó que el estrés más fuerte que pueden vivir las infancias es la fractura del vínculo con su entorno, familia, comunidad, “el rompimiento del vínculo es el que va a producir mayor daño en este desarrollo”, dijo durante la presentación del estudio.

Castillo destacó la importancia de generar vínculos sólidos en el desarrollo de los niños y niñas para vivir libres de violencia. Agregó que “es importante la atención desde los vínculos afectivos antes que los cognitivos”.

Tania Ramírez, directora ejecutiva de la Red por los Derechos de la Infancia en Mexico (REDIM), señaló que, si bien la violencia es estructural, “las familias a menudo no cuentan con las herramientas necesarias para sobrellevar las condiciones de adversidades que ellas mismas viven, por lo que se debe recordar que el Estado debe acercar estas herramientas necesarias como parte de una política pública”.

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Reinserta da recomendaciones al gobierno federal

Reinserta diseñó acciones para garantizar el acceso de los derechos de las infancias y adolescentes enfocadas en materia de gestión pública, educativa, salud y social. Entre ellas se sugiere la generación de iniciativas legislativas para “visibilizar y reglamentar la prevención, detección e intervención frente al contacto con la violencia de niñas, niños y adolescentes”, así como diseñar programas de sensibilización dirigidos a padres, madres y cuidadores acerca del consumo de sustancias.

En el estudio "Exposición a la violencia en la infancia y adolescencia de personas privadas de libertad” entrevistaron a 5 mil 500 personas en 14 estados de México: Aguascalientes, CDMX, Chiapas, Coahuila, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Quintana Roo, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala y Yucatán.