“Necesitamos transitar a ver el aborto como lo que realmente es: un servicio de salud y dejar de tratarlo como delito. Actualmente, el aborto es el único servicio de salud reproductiva que está regulado en los códigos penales”, destacó María Antonieta Alcalde Castro, directora de Ipas Centroamérica y México (Ipas CAM) en el marco de la conmemoración de los 15 años de la legalización de la interrupción del embarazo en la Ciudad de México.
Ipas CAM en conjunto con la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa), convocaron al foro conmemorativo “ILE, 15 años haciendo historia” cuya inauguración y primer día de actividades se realizó este martes 26 de abril, en una modalidad híbrida, presencial y virtual, desde el Museo de la Ciudad de México.
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Dentro del foro, diversas instituciones y organizaciones expusieron cifras que hablan sobre el impacto de la legalización del aborto en la Ciudad de México. Entre los datos destacaron que en 15 años se realizaron más de 247 mil procesos y cero muertes relacionadas directamente con el procedimiento, lo que confirma que la ILE es un procedimiento altamente seguro. El número de mujeres que son hospitalizadas por emergencias obstétricas se reduce un 84%, según las expertas.
Marea verde más allá de la capital del país
Después de la aprobación en 2007 de la ILE en el centro del país, tuvieron que pasar 11 años para que la despenalización del aborto en otros estados se hiciera realidad. En 2019, el estado de Oaxaca realizó una serie de reformas en las que se despenalizó el aborto hasta las 12 semanas de gestación. En 2021, Colima, Hidalgo, Veracruz y Baja California se unieron a la marea verde al también despenalizar el aborto. En 2022, Sinaloa se convirtió en el séptimo estado de la república en hacer una serie de reformas a la legislación estatal.
Las mujeres que viven en los 25 estados que no han legislado en favor de los derechos reproductivos y sexuales, son mujeres que cuando abortan se encuentran en situaciones de inseguridad, ya que los procedimientos no se hacen en las condiciones adecuadas. Sumado a ello, la criminalización de las mujeres que abortan, las que acompañan y el personal de salud, complica la realización de un aborto seguro.
“En los Estados queda pendiente de despenalizar y reconocer el derecho que tenemos las mujeres a la maternidad deseada y el derecho que tenemos de interrumpir un embarazo en que decidimos que no podemos o no queremos continuar (con el embarazo)” afirmó María Antonieta Alcalde Castro en entrevista para La Cadera de Eva.
Ante eso, se ha mencionado que las mujeres siempre han abortado y seguirán abortando, por lo que la responsabilidad de que éstas no mueran a causa de las malas condiciones de salud, es de la voluntad política de quienes toman las decisiones en los poderes del Estado.
“Sin duda, a pesar de que este cambio tiene que pasar por el (poder) legislativo, son los gobernadores y las gobernadoras quienes juegan un papel importante impulsando este cambio. Además, los cuerpos legislativos y los partidos políticos son sumamente importantes” expuso la directora ejecutiva de Ipas CAM.
Mujeres en la clandestinidad, desmitificando la mortalidad
Si bien la consigna de la despenalización y legalización del aborto libre ha sido de las principales exigencias del movimiento feminista, es importante desmitificar que la clandestinidad es insegura por sí misma. Las mujeres se han organizado para acompañar abortos seguros, sea legal o no.
El trabajo de las colectivas feministas que acompañan a mujeres que deciden abortar es fundamental para la atención integral, desde la medicación y procedimientos médicos hasta la contención emocional. Este trabajo se ha llevado a cabo en total clandestinidad porque las mujeres que abortan y que acompañan lo hacen en estados donde el aborto aún es tipificado como un crimen. Por ello es una práctica insegura, porque las mujeres se tienen que esconder y muchas veces eso se suma a las condiciones precarizadas de las redes de acompañantes.
“El aborto con medicamentos es un aborto que sumamente seguro y que la misma mujer puede gestionarlo incluso en su casa o en el espacio que considere seguro especialmente si se hace en las primeras semanas de gestación” explicó María Antonieta para La Cadera de Eva
Ante esto, es importante señalar que en estos 15 años desde que se legalizó la interrupción del embarazo sin condición alguna, del total de quienes accedieron al servicio 94.5% de quienes accedieron a la ILE son mayores de edad, 78.8% de los procedimientos de ILE se realizaron con el método de medicamentos, 68.8% de las usuarias reportaron residir en la CDMX y el 31.1% en otras entidades federativas; además, 41% de quienes abortaron reportaron estar casadas o en unión libre.
Estas cifras señalan que el aborto en condiciones seguras sin criminalización también requiere de un sistema de salud que sea sostenible y esto es una responsabilidad del Estado mexicano que las mujeres han tomado en sus manos.
“Lo deseable y lo sostenible es que las mujeres puedan acceder a los servicios de interrupción legal del embarazo de manera legal y ahí las redes de acompañantes siguen jugando un papel importante” señaló Alcalde Castro.
Modelo integral para un acceso a los derechos sexuales y reproductivos
La experta Oriana López Uribe, integrante del Fondo María de Balance Promoción para el Desarrollo y Juventud, explica en el panel sobre modelos integrales para la atención del aborto seguro, que la labor desde las asociaciones civiles se ha centrado en la creación de estrategias que permitan a las mujeres el acceso a la información desde la educación sexual. Es decir, no sólo cuando requieren de la interrupción de embarazo, sino desde los primeros acercamientos a una vida sexual.
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Expone que para que exista una atención integral respecto a la salud sexual de la población en general, se deben considerar los contextos de vida de las personas para que puedan acceder a la información adecuada. Esto incluye la atención a mujeres de la comunidad LGBTIQA, a las mujeres que viven en entornos de violencia y a las adolescencias que requieren de educación sexual antes de iniciar con su vida sexual.
El Fondo María es un programa que tiene tres objetivos: garantizar el acceso al aborto seguro sin límite gestacional, cambiar la narrativa contra los estigmas entorno a la educación sexual y lograr que el aborto sea completamente despenalizado.
“Nos parece importante la promoción del aborto, que las personas sepan que tienen derecho a abortar y que la decision de abortar es una decisión válida frente a cualquier embarazo” expusó la experta Oriana López.
Desde el Fondo María han trabajado en la realización de abortos autónomos, es decir, se practican abortos que no necesitan un acompañamiento médico necesaramiente. A la mujer que decide abortar en su casa o por sí sola, se le brinda el acompañamiento mediante información necesaria sobre los insumos o las situaciones a las que se pueden enfrentar.
Sumado a ello, mantienen el acompañamiento adecuándose al contexto de la mujer que acude al aborto, ya que se le canaliza a las atenciones necesarias si es una mujer que vive violencia o si necesita de otros servicios médicos o servicios sociales. De ahí que la atención sea integral, pues se retoman los diversos aspectos de la vida de las mujeres que necesitan ser atendidas para que puedan vivir una vida libre de violencia, deseen abortar o no.
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“Nos interesa mucho tener esta visón amplia de cómo canalizar a otros servicios, no sólo el proceso de aborto; nos convoca mantener una relación (con la mujer) [...]identificamos otras necesidades que hay en los contextos diversos [...] además garantizar el acceso a la información y visibilizar que otros recursos se necesitan para que se sientan respaldadas (en su decisión)” dijo la experta de Fondo María.
“Funcionamos como traductoras de las necesidades de las mujeres que abortan y de sus realidades para poder dialogar con los servicios de salud y que entonces garanticen eso que se necesita”, argumentó. Agrega que las redes de acompañamiento deben ser tomadas en cuenta fuera de la jerarquía médica, ya que estas redes también pueden brindar información relevante sobre cómo garantizar un aborto seguro y un acompañamiento integral: “nosotras podemos enseñarle a la OMS (Organización Mundial de la Salud)”
Por ello, sugiere que se debe hacer una revisión a las legislaciones que actualmente ya despenalizaron el aborto, con el fin de mantener las políticas públicas en vanguardia y en condiciones que atiendan las necesidades de las mujeres.
“La ILE en la Ciudad de México nos da la oportunidad de tener lecciones aprendidas porque esta no es una ley perfecta, no es el modelo perfecto. Necesitamos ir más allá de las 12 semanas, necesitamos que las causales no tengan límites; necesitamos seguir aprendiendo, no quedarnos sentados como si este fuera el mejor modelo” concluyó.
Finalmente hace un llamado a que las diputadas y diputados retomen la materia de la salud sexual y reproductiva de las mujeres, que se reflexione sobre la ley ya establecida y se hagan los cambios necesarios para garantizar un aborto legal, seguro y gratuito.