Por décadas, durante y después de cada uno de los eventos catastróficos que ha enfrentado el mundo, como crisis mundiales, desastres naturales, crisis humanitarias, guerras civiles, etc., las mujeres y las niñas han sido el sector más afectado, enfrentando incrementos de violencia, desigualdad y discriminación.
A 20 meses del primer caso confirmado de covid-19 en el mundo, tan sólo en México se han registrado 1,327,670 casos de mujeres que han padecido la enfermedad, de las cuales 88,712 han fallecido por las complicaciones derivadas de la misma (Secretaría de Salud Federal, corte al 18 de julio de 202).
De acuerdo con ONU Mujeres, la pandemia provocada por el SARS-COV-2 no sólo es un asunto de salud pública, también impacta la vida social y económica de las personas, específicamente de las mujeres, niñas y adolescentes; evidenciando desigualdades de género prexistentes en las necesidades específicas.
CÓMO HA AFECTADO LA PANDEMIA A LAS MUJERES
Durante estos meses de pandemia, la salud sexual y reproductiva, la salud mental, la prevención de la violencia, el acceso a la justicia, el acceso a la educación, entre otros muchos tópicos fundamentales para el avance de las mujeres y las niñas, no han sido prioridad para el Estado Mexicano. Todo lo contrario, han sido invisibilizados y abandonados ante la falta de políticas públicas y presupuesto con perspectiva de género, mostrándonos que para el actual gobierno las mujeres no somos parte de la llamada cuarta transformación.
Una de las consecuencias más graves de la pandemia han sido las crisis de salud mental, el 37.3% de las mujeres mayores de 18 años han sentido un incremento en los niveles de ansiedad(ENCOVID-19), que bien pueden ser consecuencia de la sobrecarga física, emocional y mental a la que las mujeres nos enfrentamos: trabajo, el desempleo, la escuela, cuidados del hogar, cuidado de hijos y familia, cuidado de personas con discapacidad o adultos mayores, estrés económico, miedo al contagio y a salvaguardar la salud de quienes nos rodean, aumento en los niveles de violencia, etc.
LA PANDEMIA MÁS GRAVE FUE LA VIOLENCIA
Sin embargo, la pandemia más grave que sufrimos las mujeres y niñas en este país es la de la violencia. El aislamiento social y la crisis sanitaria derivados por covid-19, han sido el caldo de cultivo propicio para el incremento del riesgo de las mujeres y las niñas a vivir violencia. Las organizaciones no gubernamentales que tratamos con víctimas de violencia, colectivas feministas, académicas, políticas y defensoras de derechos humanos; quienes hemos estado en contacto durante los últimos meses hemos sido testigos del incremento en los niveles de violencia, intentos de feminicidios y diversas violaciones a los derechos humanos.
Sin embargo, ante la lamentable violencia y desigualdad que vivimos, las mujeres han trabajado en colectivo para generar estrategias que contribuyan a garantizar nuestros derechos, por ejemplo, en Zacatecas se organizó una colecta de teléfonos celulares y de recargas telefónicas; ya que muchas mujeres que ya sufrían violencia, durante los meses de aislamiento fueron privadas de su libertad por sus victimarios, les fueron retirados cualquier medio de comunicación que les permitiera denunciar los abusos de los que eran víctimas.
En algunos otros estados, se abrieron líneas de apoyo y contención psicológica, para después tratar de canalizar los casos a algún refugio y a levantar una denuncia. Con las acciones que se implementaron pudimos apoyar muchos casos, pero otros tantos no, pensar que había niñas encerradas con sus abusadores, y que para ellas era imposible acceder a estos primeros auxilios, era y es devastador.
Las vacunas contra el covid-19 han sido un avance considerable para terminar con esta pandemia, sin embargo, es necesario integrar medidas urgentes de mitigación de la violencia de género y feminicidios en el plan nacional de respuesta al covid-19 y acompañarlos de recursos económicos, así como de la coordinación efectiva en los tres niveles de gobierno, lo anterior en coordinación con mujeres expertas en todos los ámbitos, organizaciones de mujeres y organizaciones no gubernamentales en la construcción de respuestas frente a la crisis derivada de la pandemia.
Xóchitl Arzola Vargas, activista y presidenta de Mujeres en Cadena A.C.