Es que está cansado, ha sido una semana difícil, tiene mucha presión en su trabajo, ahorita hay problemas con el dinero y se desespera. ¿Te suenan conocidas? Son algunas frases con las que se justifica el mal carácter, o peor, el maltrato a gritos en las parejas.

Datos del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, que atiende a mujeres víctimas gratuitamente, revelan que en ocho de cada 10 casos, el violentador de una mujer es su pareja o ex pareja y, aunque a veces pensamos que la violencia de género son golpes o agresiones sexuales, la realidad es que todo empieza en el nivel psicológico con acciones como subir la voz, insultar o humillar.

Para ubicar cómo avanza el nivel de riesgo, la mejor herramienta es el Violentómetro que desarrolló el Instituto Politécnico Nacional y todas deberíamos conocer desde los primeros años de vida y escuela porque en visibilizar esa información se encuentra la mejor oportunidad para prevenir.

Está comprobado que la mayor parte de los feminicidios suceden tras un proceso de violencia que escala y, sí, siempre empieza en lo que está normalizado en la sociedad como bromas “inocentes” que en realidad afectan la autoestima o celos disfrazados de protección o mentiras para supuestamente no preocupar a la pareja.

Así que si tu novio, esposo o ligue te grita y no sabes qué hacer, lo primero es asumir que esa es una forma de violencia y que, por difícil o incómodo que sea, es mejor poner un alto de inmediato. Decía mi abuelita que hablando se entiende la gente: confía en ti y fija un límite claro ante cualquier agresión de este tipo.

Ya sé que quizá estás pensando que te va a juzgar de exagerada, intensa o loca. Es probable que hasta te pregunte si estás en tus días… y eso, ¡también es violencia! Lamentablemente, crecemos en un sistema que nos educa para la sumisión y la supresión de nuestras emociones —que suelen ser la mejor alerta de que algo anda mal o no es bueno para nosotras— por eso nos da miedo o pena expresar enojo, insatisfacción o simplemente decir directamente lo que no nos gusta y no vamos aceptar.

Si reincide en los gritos a pesar de tu indicación, si no sabes cómo plantear el tema o si ya padeces un nivel más avanzado de violencia de género, recuerda que no estás sola. Háblalo con tus personas de confianza o acércate a una institución de apoyo; en México, puedes marcar o chatear al 55 5533 5533 del Consejo Ciudadano para que una psicóloga o abogada te orienten sobre los pasos a seguir y acompañen de día y de noche.

María Elena Esparza Guevara

La autora es Maestra en Desarrollo Humano, integrante de la Generación 2022 del Programa de Liderazgo de Mujeres en la Universidad de Oxford y fundadora de Ola Violeta A.C., desde donde trabaja por el derecho a la conciencia corporal de niñas y mujeres. Su buzón de twitter está disponible en @MaElenaEsparza