Durante los últimos meses se ha leído y oído mucho en las redes sobre la idea de “abandonar el feminismo” porque es transfóbico y racista. Hablando con una amiga y compañera (Julie Neuhouser) sobre la idea, compartimos muchas impresiones sobre la decisión que toman muchas feministas, la mayoría cis, de dejar el feminismo detrás y nombrarse antipatriarcales. Quisiera compartirlas aquí.
Primero que nada, no hay nada “malo” en ser antipatriarcal y no feminista. Hay muchas personas que se organizan políticamente desde ahí, así que esto no es sobre lo incorrecto de no ser feminista y otras hierbas aromáticas. Sin embargo, y esto es una realidad que se hace cada vez más evidente, usualmente las personas que dicen abandonar el feminismo prosiguen a enarbolar ideales profundamente misóginos. Con esto no quiero decir que todas las personas que deciden hacerlo son misóginas, pero existe un gran porcentaje de personas que deciden serlo. Lo peor de todo esto que usualmente la justificación es que el feminismo es transfóbico o racista, algo cierto. Pero el mundo es radicalmente racista y transfóbico —de hecho, está construido sobre estructuras que fomentan y se alimentan de esas formas sistémicas de odio y opresión. Como un chiste, mi amiga me preguntó: “¿vamos a abandonar el mundo también?”
Para algunas personas, abandonar el feminismo puede resultar en escape, pero para otras es un privilegio, especialmente cuando hablamos de mujeres cis que quieren dejar de nombrarse feministas porque es transfóbico. Personalmente (creo que muchas personas trans también comparten este sentimiento), creo que no les toca a las feministas cis tomar esa decisión. Suena a falta de responsabilidad. Sí, hay feministas transfóbicas. Hay feministas racistas. también las hay clasistas, capacitistas, islamofóbicas, lesbofóbicas, bifóbicas… y tal vez estén cansadas de pelear contra ellas. Es comprensible. Pero no justificable que decidan dejarnos abandonadxs en el feminismo, porque cuando abandonan al feminismo, también abandonan a las personas que luchamos dentro de él.
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He visto a muchas mujeres cis que se toman la molestia de incluirnos a las personas no binarias AFAB en sus definiciones “transinclusivas” de mujer luego decir que no son feministas porque el feminismo está lleno de transfóbicas; no tienen la delicadeza siquiera de reconocer que ellas mismas reproducen discursos transfóbicos (porque las personas no binarias somos trans) y así nos quieren dejar a la intemperie en una lucha que, más que nada, les correspondería a ellas. Lo he visto tantas veces que me hace preguntarme si realmente existe alguna feminista cis que no sea en alguna medida transfóbica. La realidad es que no. Incluso las personas trans podemos reproducir transfobia, entonces más aún las personas cis. ¿Eso las transforma en TERF? No necesariamente, ya que el TERFismo es un movimiento organizado con ideas bastante específicas; no es solo transfobia.
Abandonar al feminismo podría resultar subversivo para quien ignora a conveniencia la historia de quienes han luchado desde adentro contra el racismo y la transfobia. No hay traición en abandonar al feminismo, sino un desentendimiento.
Tras una conversación con Tanok Flores también encontré impresiones parecidas. Al igual que elle, durante un periodo me identificaba con la idea de abandonar al feminismo, principalmente por el auge del feminismo radical transexcluyente y el racismo. Tanok se esforzó por mucho tiempo mediante su activismo por la creación de un feminismo radical no TERF, sin embargo, se encontró con la realidad de que las bases del feminismo radical son inherentemente transodiantes y racistas, y decidió apartarse del feminismo.
No fue sino hasta que se dio cuenta de la onda de personas cis “transincluyentes” que decidieron abandonar al feminismo que se dio cuenta del problema: mucha gente dejando al feminismo, al antirracismo y la lucha LGTBQIA+, dejándonos con la disyuntiva de quien realmente lleva el frente en las luchas en contra de estos sistemas opresivos, escuchando a otrxs compañerxs trans, se dio cuenta de que abandonar al feminismo no es una postura de comodidad.
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Ser persona cis aliada y no llamarse bajo ningún nombre excepto “antipatriarcal” y no organizarse políticamente desde cualquier trinchera, lleva como resultado el deslindarse de la situación, y poco a poco cortando más posibilidades de alianza, dejando como única posibilidad las luchas en clave reaccionaria, sin hacer ningún trabajo contundente. Tanok dice “desentenderse de los territorios es herirles”, dejándonos sin redes de apoyo y con redes de violencia.
Tanok escribía ensayos y memes anti-TERF donde recibía mucho apoyo por parte de personas cis, pero lo mismo no pasaba cuando compartía enlaces de apoyo a personas trans: era total silencio por parte de las supuestas aliadas. Lo que les interesa suele ser burlarse de las TERF, no las personas trans. Delante de lo que me pregunto, ¿están abandonando el feminismo ahora o ya lo hicieron desde antes? La realidad es que para ser verdaderamente antitransfobia hay que amar a las personas trans más de lo que se odia a la transfobia.
Como personas trans nos cuestionamos la posición de los espacios antipatriarcales anti-TERF no feministas más allá de la reacción. ¿Qué hacen realmente no solo en contra de la transfobia, sino a favor de las personas trans?
Al abandonar el feminismo tenemos como resultado algo más allá de una hegemonía de mujeres blancas: ahora feminismo es sinónimo de ser mujer blanca. Entonces al abandonar al feminismo nos abandonan a las personas que no son blancas y cis en él, dejándonos sin espacios de organización y redes de apoyo, donde los únicos que quedan son individualistas y reaccionarios. ¿Qué hacemos las personas trans con eso? ¿Abandonan el feminismo por una cuestión de superioridad moral o de verdad les interesan las personas trans?
Déjenme decirles la verdad: El feminismo no es una identidad, sino las personas que se encuentran en él. No están abandonando al feminismo; están abandonando a las personas trans.
Jennifer Rubio, mejor conocida como Ciguapa, es una educadora y escritora dominicana. Divulga sobre antirracismo y feminismo a través de las redes sociales y ha trabajado como profesora de música en República Dominicana. Es parte de la colectiva AFROntera.
Twitter: @soyciguapa