La práctica del ejercicio es un hábito cuyas fuerza de voluntad es vital y los resultados se observan comúnmente en lo individual; sin embargo, el esfuerzo extra puede traer grandes beneficios a parte del bienestar y la salud, la sexualidad puede ser una motivación para practicarlo.
Los ejercicios cardiovasculares oxigenan al cuerpo, mejoran la digestión y potencian la resistencia inmune; pero además, un nuevo estudio señaló que también reducen la posibilidad de sufrir problemas sexuales. Es conocido que la insuficiencia sanguínea en el área genital puede influir en la vida sexual, sin embargo, la práctica común del ejercicio favorece el flujo sanguíneo, mejora la lubricación, la erección y el orgasmo.
El ejercicio puede conducir al clímax sexual femenino, según un estudio de la Universidad de Indiana en 2012, que demostró que algunas mujeres obtuvieron placer sexual y hasta orgasmos con la práctica del ejercicio físico y sin estimulación sexual; a esto lo llamaron “abdorgasmos”.
Hacer abdominales, trepar por una cuerda, el spinning o levantar pesas, según el estudio, son los deportes que pueden provocar este placer sexual. Por otro lado, el deporte nos sirve para recargar energía, descargar ansiedad y mejorar la sensación de bienestar y relajación creando una fuente de energía para invertir en la vida sexual.
El ejercicio también mejora la autoestima y la confianza en una misma beneficiando a la estabilidad emocional. Asimismo, el ejercicio puede ser practicado en pareja y afianzar un lazo amoroso que permite alcanzar logros en equipo y asentar bases de compañerismo en una relación.
Por último, existe el sexercise, una practica que valora al sexo como una actividad física para ponerse en forma. Durante una relación sexual de 20 minutos, se estima que se consumen entre 150 y 200 calorías, sin embargo, el gasto calórico depende de las posturas, el movimiento y la intensidad, así que los beneficios pueden ser enormes si comienzas a practicar y ejercitarte en pareja.
Con información de La Vanguardia
ASL