Abortar puede representar un riesgo para la salud física y emocional de las mujeres incluso en las entidades federativas donde se despenalizó la interrupción del embarazo. Activistas y acompañantes de aborto hacen frente a los prejucios haciendo una labor solidaria guiando acompañando a las mujeres en el proceso de decidir sobre su propio cuerpo. 

En el conversatorio “Abortar es seguro si es sororo”, organizado por la Red Feminista Quintanarroense en el marco de las actividades por el Día de Acción Global por la Despenalización del Aborto, feministas activistas y acompañantes de aborto coincidieron en que es necesario humanizar los procesos de aborto para procurar la salud integral de las mujeres que deciden abortar. 

Mónica Fernández,  defensora de derechos humanos  y acompañante de aborto e integrante la Colectiva Siempre Unidas hablo sobre la importancia de considerar que los valores morales y prejuicios sociales son los que afectan emocionalmente a las mujeres que abortan:

“Cada acompañamiento es diferente. Hay mujeres que están muy decididas a hacerlo y hay otras que les cuesta mucho trabajo el tema moral o lo que nos han inculcado durante muchísimos años, que es limitar nuestra sexualidad y la obligación de ser madre”, dijo.

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De acuerdo con las ponentes, los prejuicios son uno de los principales problemas en el acompañamiento, porque se lidia también con la complejidad emocional que desencadena el castigo social en contra de las mujeres que desean abortar. Las activistas recalcaron que, parte importante de llevar a cabo un acompañamiento sororo, es respetar y apoyar la decisión de la mujer embarazada:

“Como acompañante nos toca estar ahí para la mujer que quiera practicarse un aborto empezando con eso, explicandoles que la decisión es suya y que nosotras les vamos a apoyar en la decisión que tomen”, dijo Mónica.

Aunque es difícil enfrentarse a los prejuicios, la integrante de la colectiva Siempre Unidas enfatizó en la importancia de crear acompañamientos sororos y humanizados que busquen derrumbar los estigmas sobre el aborto en una sociedad conservadora y religiosa como es la sociedad mexicana. 

El papel del acompañamiento entre mujeres

La activista y acompañante de abortos seguros Ceci, recordó que existen declaraciones de organismos internacionales que afirman que el aborto no necesariamente debe ser realizado por personal médico, el trabajo realizado por mujeres acompañantes o mujeres parteras muchas veces es mejor para las mujeres, ya que incluye un acompañamiento emocional y respetuoso.

“Este proceso de abortos en casa es perfecto para las mujeres que ya están decididas y que van a saber que otra persona va a estar ahí para orientarlas y que el proceso va a ser seguro”, dijo Ceci sobre la posibilidad de interrupir el embarazo desde casa. 

“Tomando en cuenta todo esto y lo que la OMS y la ONU tienen en sus manuales de aborto seguro, yo creo que es una opción viable para las mujeres”, enfatizó.

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El proceso psicológico

De acuerdo con la psicóloga Claudia Martin, integrante de la colectiva Marea Verde Quintana Roo, los procesos de aborto en casa tienen muchos beneficios en el plano de lo emocional, especialmente por la humanización de un proceso tan complejo e importante para la vida de las mujeres: 

“En primer lugar es la humanización de todo el procedimiento, las mujeres que acompañamos en estos procesos somos mujeres que hemos estado preparadas, que somos empáticas, que estamos humanizadas, que muchas se siguen preparando académicamente para brindar un acompañamiento seguro, sororo y para estar preparadas para cualquier situación”, dijo Claudia durante el conversatorio.

“No solo es el hecho de que estás dentro de casa, sino que también es un acompañamiento en el que te vas a sentir respetada de tu dignidad humana, de sus derechos humanos, donde no vas a vivir una violencia obstétrica”, agregó la psicóloga, quien explicó que muchas veces dentro de las instancias médicas que brindan servicios para abortar, las mujeres sufren violencia física y emocional por parte del personal médico. 

¿Aborto en casa o en instituciones de salud?

Por su parte, Renata, activista y acompañante de aborto y embarazo adolescente que  forma parte de la colectiva Marea Verde México resaltó que no siempre las mujeres pueden acceder a un aborto en casa, ya que es precisamente el hogar el espacio donde están más expuestas a la violencia. 

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Asímismo, comentó que gran parte de las mujeres que buscan acceder a un aborto no acuden a las instituciones de salud, incluso en los estados donde el aborto está permitido, ya que se enfrentan a los prejuicios y la violencia también dentro de las instituciones gubernamentales. 

“El trato en los sistemas de salud es espantoso, el trato dentro de las familias es espantoso”, dijo Renata. “Afuera de las clínicas hay gente gritándole cosas espantosas a las mujeres, hay clínicas falsas que se anuncian en internet como clínicas para abortar y cuando llegan las mujeres incluso son privadas dentro de su libertad”, agregó.

Las ponentes coincidieron en que las mujeres son constantemente criminalizadas y violentadas por abortos (incluso en caso de ser espontáneos) dentro de las intituciones públicas, donde también se exponen a la violencia ginécológica y violencia psicológica. Por ello, un acompañamiento sororo y humanizado ayuda a derrumbar los prejuicios y las violencias en contra de las mujeres que abortan.