Cuando se habla de enfermedades como la demencia senil, se habla también de las repercusiones que existen tanto para la persona que la padece, como para la familia que le rodea. Mientras la paciente poco a poco comienza a adentrarse hasta lo más profundo de su mente sin buscar un camino de regreso, la familia puede ver cómo los rasgos de aquella persona amada se convierten en un recuerdo que se repasan mientras, en una esquina de la habitación, intentan aliviar los miedos invisibles de quien lo padece.

Para quien se encuentra consciente de cómo la demencia senil va avanzando es muy duro ver como la memoria se destiñe; una historia como esta es protagonizada por Elinor Hanson, de 89 años quien desde hace algunos años presentaba síntomas de demencia senil que se agravaron rápidamente cuando, en el año 2020 su esposo y compañero de vida falleció.

Además de perder a su esposo, también perdió a quien era su cuidador de tiempo completo por lo que su hija, Connie Hanson Coleman se mudó con Elinor para convertise en su cuidadora principal. La casa que ha sido habitada por Elinor desde hace 48 años ha visto nacer a 5 hijos, 18 nietos y 17 bisnietos que aún recuerdan la personalidad de su abuela.

Debido a la demencia que padece, Elinor había dejado de ver realmente a los más pequeños de la familia, pero un momento de lucidez llegó cuando sostuvo entre sus brazos a uno de sus bisnietos recinén nacido y mientras lo arrullaba pudo recordar y cantar una canción de cuna que había acompañado los sueños de sus hijos y nietos, antes de que la demencia la hiciera olvidarlo.

El momento fue grabado por su hija Connie, quien compartió el clip en su Instagram y debido a la ternura de las imágenes rápidamente se hizo viral en distintas redes sociales. La melodía que dedicó al pequeño es llamada A Bushel and a Peck y Connie la recuerda debido a que, antes de que la demencia se desarrollara, Elinor era una dama musical que se encargaba de interpretar esta canción a sus hijos y nietos más grandes.

Te amo, un celemín y un picotazo. Un celemín y un picotazo y un abrazo alrededor del cuello. Un abrazo al cuello y un barril y un montón. Un barril y un montón y estoy hablando en sueños. Sobre ti, sobre ti. Porque te amo, cantó tiernamente Elinor.

Connie afirmó que mientras su madre se encontraba en ese momento pudo reconocerla nuevamente ya que brotó la personalidad que la había caracterizado durante toda su vida; así mismo, Connie cuenta que Elinor era una mujer talentosa que cantaba en coros y bodas además de mantenerse muy presente en la vida de sus hijos y nietos porque “era como la abuela que hace galletas”.

La familia de Elinor está en espera del nacimiento de otro bebé y aunque no saben si podrá cantar de nuevo, están seguros de que este momento que, por suerte, quedó grabado en video es la fiel muestra del amor que la abuela tiene por su familia.

¿Qué es la demencia senil?

La demencia senil es en realidad un conjunto de diferentes enfermedades y síndromes que se caracterizan por un deterioro cognitivo progresivo y asociado al envejecimiento. El deterioro de las funciones cognitivas viene dado por el envejecimiento de las células cerebrales. Habitualmente los familiares suelen detectar cambios que les hacen sospechar, no obstante, siempre es conveniente consultar a un especialista acerca de cómo detectar la demencia senil.

Algunos de los síntomas más habituales de la demencia senil según varios portales, son:

  • Confusión mental

Esto puede ocasionar dificultad en la toma de decisiones y en las actividades diarias, como realizar compras y pequeñas gestiones.

  • Desorientación espacial

Esta dificultad suele manifestarse como deambular errático y tendencia a perderse, incluso en el mismo barrio donde se reside.

  • Dificultades de comunicación

Dificultad para completar frases complejas, pérdida de vocabulario y de expresividad, etc.

  • Deterioro intelectual

La persona tiene menos capacidad para realizar tareas que requieren esfuerzo intelectual, como leer, mantener una conversación o realizar algún tipo de problema sencillo.

  • Pérdida de memoria

Olvidos y despistes se vuelven más frecuentes. También pueden olvidar lo que han hecho horas o minutos antes, o los nombres de personas cercanas.

  • Alteración del estado de ánimo y aumento de conductas agresivas o de desinhibición extrema

Pueden aparecer estados depresivos o ansiosos, agresividad física o verbal y pérdida de la inhibición, incluyendo la aparición de conductas inapropiadas. Los cambios en estos aspectos de la personalidad suelen ser los más complicados de gestionar para los cuidadores o familiares.

Estos síntomas están estrechamente relacionados con la tercera edad, siendo especialmente habituales a partir de los 85 años. De hecho, el 50% de los individuos que superan esa franja de edad presentan síntomas de demencia senil, aunque su presencia ya suele ser significativa a partir de los 65 años, afirman distintos estudios.