EFE - Las deportistas alemanas han decidido llevar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 su lucha en contra de la sexualización en la gimnasia y se han presentado con unitardos, trajes de cuerpo entero que llegan hasta los tobillos.
Esta campaña ha iniciado a mediados de abril, cuando las integrantes de la selección alemana se presentaron con un traje entero en el Campeonato Europeo de Gimnasia Artística, en Basilea.
“¡Estoy inmensamente orgullosa de haber sido la primera en presentar este proyecto! Siéntete bien y sigue luciendo elegante. ¿Por qué no? ¿Les gusta?”, escribió en su cuenta de Instagram la deportista Sarah Voss tras su actuación en la cita europea.
“Puede haber diferentes opiniones al respecto. Y eso también está perfectamente bien. Pero lo que ya no debería existir son las gimnastas que ya no quieren practicar el deporte debido a sus atuendos ajustados. Y debería haber incluso menos gimnastas que se sientan sexualizadas. Espero discusiones y opiniones en los comentarios”, escribió días después su compañera Elisabeth Seitz tras utilizar el traje.
En contra de la sexualización en la gimnasia
Para las deportistas, la comodidad durante las competencias es muy importante. Y eso incluye, por supuesto, que ninguna se sienta sexualizada con lo que usa durante la presentación.
“Fue particularmente importante para nosotras dar el ejemplo con nuestra apariencia para alentar a otras mujeres y especialmente a las atletas más jóvenes a usar lo que creen que es más cómodo. Puede ser el maillot corto o el traje largo”, escribió Voss en mayo tras recibir “numerosos comentarios positivos” por los trajes que habían usado en Basilea.
“Las gimnastas del equipo alemán nos reservamos el derecho de decidir, dependiendo de la situación, con qué nos sentimos más cómodas en ese momento”, agregó.
En una entrevista con un medio público alemán realizada en abril, Voss aseguró que cuando era niña no tenía problemas con los maillots, pero “cuando comenzó la pubertad, cuando llegó mi período, comencé a sentirme cada vez más incómoda”.
Las deportistas han tenido todo el apoyo de la Asociación Alemana de Gimnasia (DTB), que se ha mostrado en contra de la sexualización en la gimnasia y ha asegurado que el objetivo de utilizar estos trajes “es presentarse de forma estética, sin que ellas se sientan incómodas”.
Las alemanas en Tokio 2020
Ya en las Olimpiadas de Tokio 2020, las alemanas han vuelto a usar estos trajes como símbolo de rechazo a la sexualización en la gimnasia. “Queríamos demostrar que cada mujer, cada una, debe decidir qué ropa llevar”, ha afirmado la tres veces olímpica Elisabeth Seitz.
Tras los Europeos “la mayoría de la gente se mostró positiva” respecto a los monos, pero según Seitz los equipos olímpicos tenían ya poco tiempo para cambiar sus diseños. “Quizá en el futuro. Realmente lo esperamos”, ha comentado.
“Eso no significa que no queramos seguir usando el maillot normal. Es una decisión que se toma día a día, en función de cómo nos sintamos y de lo que queramos. El día de la competición decidiremos qué llevar”, dijo Seitz, sexta en los últimos campeonatos del mundo.
Sarah Voss ha recordado que en los entrenamientos llevan pantalones cortos y que durante la competición la sensación de que “el maillot se mueve cuando haces muchos ejercicios” puede ser incómoda.
“Los entrenadores también estaban muy concienciados. Dijeron que querían que nos sintiéramos lo más seguras y cómodas en cualquier caso”, ha apuntado.
La Federación Internacional (FIG) ha aprobado los trajes hasta el tobillo.
Las gimnastas que han dado el domingo el paso de competir en los Juegos con unitardos fueron Seitz y Voss, Pauline Schaefer-Betz y Kim Bui.