Tinder se ha convertido en la ventana para encontrar al “príncipe azul” o la “mujer ideal”. El amor romántico se ha colado en todo, películas de Disney, Telenovelas y aplicaciones, ha asegurado Coral Herrera, feminista y teórica sobre el amor romántico.

Durante la pandemia el uso de aplicaciones de citas tuvo un repunte, de acuerdo con Smartme Analytics Badoo tuvo un crecimiento del 52%, de Wapo un 34%, de Grindr un 24% y Tinder un 94%.

El algoritmo nos permite encontrar a personas con nuestros gustos similares, lamentablemente no filtra a agresores o abusadores, aunque el algoritmo como tal no se ha dado a conocer, la vinculación de a aplicación con otras redes sociales podría obtener datos de nosotros que permite a personas con gustos similares coincidir, de acuerdo con Diana Juárez, editora de La Cadera de Eva y especialista en comunicación.

En la Mesa de Opinión La Silla Rota-El Heraldo de México, Diana Juárez recordó que además hay presiones sociales sobre las mujeres en donde se les exige no estar solas o no estar sin hijos, alrededor de lo cual se ha construido la idea del amor romántico.

“El amor romántico viene desde las historias de Disney, de las telenovelas, yo me estaba acordando de la novela de Marimar de que como mujeres esperemos siempre que haya alguien que nos salve”, cuestiona Diana Juárez.

Además, en torno a las agresiones, la virtualidad también permite que este fenómeno aumente.

“Es a través de estas aplicaciones en donde se pueden filtrar estos agresores. Algo que hemos identificado es que las personas y, sobre todo las jóvenes, están buscando una manera de existir y de permanecer en el mundo”, explica Juárez.

Es debido a eso, debido a lo que se presentan fenómenos como que las mujeres suben videos o fotos buscando aprobación pública a través de los “Me gusta” en las redes sociales.

ESTAFAS EN TINDER

El tema de Tinder se puso en la agenda mediática con el estreno de “El estafador de Tinder”, un aparente multimillonario que se dedicaba a enamorar mujeres y estafarlas. Desde la perspectiva feminista, el amor romántico ha sido un arma para los hombres, ya que se valen de este mito del amor para someter a las mujeres, de acuerdo con Coral Herrera.

Uno de los casos fue el de Gaby, quien coincidió con su abusador en esta red social. Tuvieron una relación de casi un año pero nunca lo vio físicamente. Le mandaba regalos y flores a domicilio, pero él nunca apareció. Además, le pedía tener su localización todo el tiempo, como una forma de control.

“Mi experiencia con Tinder fue al principio muy padre pero terminó muy mal. La verdad es que fue un tema que a la fecha no logro descifrar. Yo conocí a un chico en Tinder y comenzamos a platicar lo normal, platicar, conocernos, hubo según una conexión”, explica Gaby.

Ella se citó con el muchacho en un parque, pero él nunca llegó a la cita y aunque se disculpó, él jamás se presentó a ninguna cita a pesar de que hablaban diario e incluso le mandaba regalos a casa.

“En una ocasión, la relación que más tuve fue con su prima y con su hermana. Quedamos de ir a un parque de diversiones y él no llegó pero mandó a su prima y su hermana, fue muy raro”, cuenta Gaby que reflexiona que él la controló durante aproximadamente un año a partir de las llamadas y manipulación.

“El chico, aunque no se sí realmente exista o no, supo cómo manejarme y yo estaba demasiado vulnerable hasta que algo cambió y pensé “no puedo seguir así”, porque sí involucra sentimientos”, afirma la joven sobre el momento en el que decidió terminar con el muchacho.

Sumado al hecho de que jamás lo vio, otra mujer contactó a Gaby para preguntarle sobre él y le contó que también la había contactado aunque nunca lo había visto por lo que Gaby se dio cuenta de que este era el modus operandi de su abusador.

“Al fecha no logro descifrar cuál es su problema o qué era lo que buscaba porque incluso conocí a su familia y me abrió las puertas de su casa”, explica Gaby cuando cuenta que incluso la familia de él la invitó a una fiesta familiar a la que él nunca se presentó porque argumentó que trabajaba hasta muy tarde.

Gaby, además, recomienda tener mucha precaución al momento de relacionarse con personas en aplicaciones, sobre todo siendo mujeres.

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Aunque no todas las historias han sido trágicas, hay evidencia de historias de amor como es el caso de Sofía y Manuel quienes se conocieron en “Meet me” otra red social.

Sofía intentó utilizar Tinder pero también decidió interactuar con otros usuarios de la red Meet me, sin embargo, se quedó con esta última luego de hablar con una gran cantidad de personas.

“Yo ocupé Tinder pero también utilicé otras aplicaciones y en la de Meet me también y fue en donde conocí a Manuel, la verdad es que es una temática un poco diferente a la de Tinder porque es un chat abierto donde te contactan”, explica Sofía.

Ella, sin embargo, explica que trató de tener mucho cuidado para no abrirse demasiado a alguien que pudiera aprovecharse de ella e, incluso, tomó algunas medidas de seguridad antes de aceptar darle su número de teléfono a Manuel y empezar a salir con él.

 “Ya llevamos un año y algunos meses juntos”, cuenta Sofía que conoció a Manuel después de hablar con muchas personas pues, afirma, no tenía tanto interés en tener relaciones sexuales de manera casual sino charlas amenas.

La joven, aunque reconoce no ser una experta, afirma que tuvo suerte pues nunca había tenido novio pero en el contexto de la pandemia, decidió que quería conocer a alguien y encontrar el amor.

En su paso por las aplicaciones tuvo malas experiencias, por ejemplo, cuando conoció a algunas personas que no buscaban lo mismo que ella: mientras Sofía trataba de conocer a alguien a profundidad, los muchachos sólo buscaban algo casual.

Entre sus medidas de seguridad fue que le pidió a Manuel tomarse una foto haciendo una seña específica acordada entre los dos para comprobar que él no era alguien más; además de hacer caso a su intuición.

“Yo empecé por una inquietud, en parte el aburrimiento, en época de pandemia era muy difícil relacionarse y conocer a otras personas, entonces yo vi videos en internet de aplicaciones y probé varias pero no fueron de mi agrado”, explicó Manuel en entrevista con La Silla Rota y El Heraldo de México.

Para él, las medidas de seguridad son fundamentales pues aunque alguien pueda lucir muy atractivo en las redes, pero la información puede ser falsa, por lo que recomienda no dar demasiada información personal para que las otras personas no la puedan usar en contra.

SALUD MENTAL

El uso de las redes sociales ha incidido en la salud mental de las personas, sobre todo en las adolescentes, de acuerdo con un estudio de The Washington Post, las mujeres jóvenes se sienten presionadas por generar contenidos “sexys” para sus feeds de TikTok o Instagram y alimentan de esta forma su amor propio, como coincide otro estudio de la Universidad de Tadeo en Bogotá, Colombia.

Diana Triviño, especialista en psicología, explicó en entrevista que las historias pueden ser muy bonitas o muy trágicas.

“Estos medios finalmente implican de una manera muy subjetiva, para cada quien, algo distinto. Tal como nos compartieron las personas ahora, para algunos puede ser la posibilidad de conocer a alguien por ser muy tímido, por ejemplo”, explicó la psicóloga.

Las aplicaciones también pueden ayudar a las personas a romper estereotipos, ser audaces, conocer al amor de su vida, o ejercer la libertad de poder ser quien se quiera ser.

“Implica una cuestión también de poder del uso de ese espacio virtual donde la identidad es algo que se construye”, explica Triviño.

Para la psicóloga, además, también la experiencia depende del lugar en donde se encuentren los usuarios porque en lugares fuera de la capital puede ser incómodo pues puede sentirse observados; en cambio, en la ciudad es cada vez más común utilizar este tipo de aplicaciones para conocer personas.

Además, la virtualidad ha estado cada vez más involucrada en la vida emocional y personal de las personas en el contexto de la pandemia debido a que, incluso, se han difuminado las fronteras entre las distintas esferas de la vida cotidiana.

“La sociedad está viviendo esta situación y generándola a la vez, la vive y a la vez la produce, esta realidad virtual. Estas formas de vincularse, que ya llevan un rato instauradas, promueven dinámicas de alejarnos de la socialización en el espacio concreto”, explica Triviño.

La virtualidad, además, permite cierto margen de acción para que las personas no se involucren emocionalmente y, por lo tanto, no se hagan responsables de lo que hacen con las demás personas como fue el caso de Gaby.