El fin de año está cerca y con ello, el cierre escolar de este temporada. A través de TikTok se viralizó un clip de un adolescente que se acerca a su maestra para recibir calificaciones y resultados de sus respectivos exámenes.
“Cuando no te quieres llevar literatura”, se lee en el video, pues el estudiante camina hacia la docente, comienza a bailar y acercarse a ella, finalmente la rodea con sus brazos. La acción genera las burlas y aplausos entre sus compañeros que lo incentivan a continuar bailando, por su parte, la maestra se nota incómoda y su única respuesta es darle unas palmadas en el brazo del joven, quien después de unos segundos la suelta.
Hasta el momento, el contenido cuenta con más de 200 mil reacciones y en su mayoría, comentarios de otros adolescentes que han señalado lo divertido del baile y de cómo desearían poder hacer lo mismo con sus docentes.
“Ojalá así reaccionara mi maestra de biología”, “por más profes así”, “qué capo es, yo lo aprobaría”, “esa es la actitud de ser amigos de los profes”, comentan los usuarios y en la mesa queda la pregunta, ¿los alumnos pueden tomar libertades de amistad con sus profesoras?, ¿en qué punto se desdibuja esta relación y se convierte en una situación donde el adolescente, desde su facultad como estudiante, transgrede el límite del respeto?
Mujeres docentes: sin respuestas
Cuando se habla de la posición de las docentes ante situaciones de acoso, no se encuentra mayor información al respecto; manuales de acoso perpetrado por docentes hay decenas como respuesta a un fenómeno que suscita con frecuencia y que debe ser visibilizado e informado a todxs los estudiantes de nuestro país, sin embargo, cuando la situación fluye de alumno a una mujer docente el tema queda postergado.
Algunas señales de mujeres que pidieron ayuda en los foros de la SEP para sobrellevar situaciones donde alguno de sus alumnos tenía muestras de confianza excesivas con ellas y buscaban respuestas a cómo trazar distancia y responder a estas situaciones sin agredir al alumno, mayormente adolescente; los foros que datan de 2014, 2016 y 2019 se encuentran sin respuestas.
De acuerdo a la especialista Helga Mediavilla, el acoso y la misoginia son patologías provenientes de la sociedad; ideas que se replican culturalmente y que nacen desde casa, estas situaciones no se dan siempre en una sola dirección sino que es necesario visibilizarlo como un fenómeno que se puede originar en cualquier ámbito. Un estudio realizado en España encontró que 2,174 docentes se acercó a la organización El Defensor del Profesor para denunciar situaciones de conflictividad, acoso y abuso por parte de alumnos, asimismo, el 79% de los docentes señalaron que los alumnos trasgredían la línea del respeto con amenazas, comentarios de acoso y ciberbullying. Por su parte, en nuestro país existe un vacío informativo sobre esta clase de situaciones que acontecen en las instituciones educativas.
El profesor amigo
El maestro Robinson Pérez Arredondo señala en su artículo “El Profesor Amigo” que en la docencia es necesario tomar un rol sí de comprensión al alumno pero sin confundirle, especialmente, si se trata de jóvenes.
“En la docencia es necesario marcar límites y decir explícitamente qué cosas pueden hacer y cuáles no. Cuando un maestro rehuye de estos conflictos negociando con los alumnos se genera confusión y agresiones”, explica Robinson.
Por otra parte, también hace hincapié en que como cualquier otra relación humana, la relación maestro/alumno puede presentar conflictos o situaciones complejas que requieren de acciones resolutivas, informar a las autoridades del plantel, mantener una plática con los padres de familia para que estén al tanto de situaciones que sobrepasen al docente, tales como el acoso en redes, acoso sexual o amenazas directas y de ser necesario, tomar otras medidas con autoridades que resuelvan la situación conforme a la ley
Finalmente, para el doctor en Educación y Tecnologías, Enrique Ruiz la docencia es un acto de enseñar, promover y acompañar. Generar también una relación con el respeto debido, permite al docente apoyar al alumno en situaciones de vulnerabilidad y escucharlo; ser una red de apoyo también es un acto de amor a la docencia, siempre y cuando, el respeto y la comunicación sean la base de este vínculo.