Noelia Morales es la creadora de la marca Anna Bonny, con ella no sólo ofrece lencería cómoda, sino que estas prendas están dirigidas por completo a las mujeres que han perdido un seno a causa del cáncer. Noelia, quien padeció cáncer de mama, piensa que existe una gran presión por parte de la sociedad para reconstruirse el seno después de la enfermedad: “como si por tener solo un seno fueras a ser menos femenina y nadie te fuera a desear”, olvidándose por completo de que existe la posibilidad de vivir sin ello.

Noelia afirma que Anna Bonny nació durante su proceso de adaptación, ella explica que los primeros meses después de la mastectomía evitaba mirarse al espejo ya que sentía demasiada frustración al no poder aceptar su nuevo cuerpo y las cicatrices que ahora habitaban en él, fue así como descubrió que no existía lencería para las mujeres con un solo pecho.

Y fue así como comenzó a jugar con las telas y los posibles modelos para así crear los llamados parches de pirata; actualmente su pieza más reconocida deja al descubierto un pecho y cubre la cicatriz del otro con un parche, al estilo del ojo pirata, lo que explica el por qué del nombre de la marca. A partir de ahí ha elaborado muchos modelos que van desde lo sencillo hasta las combinaciones brillantes y corsetería más elaborada.

Son reversibles, para los dos pechos. La idea es que nadie tenga que dar explicaciones sobre qué pecho es el que le falta […] el objetivo no es tapar ni disimular, sino adornar, como una joya o un sombrero, afirma Noelia Morales.

De acuerdo con Efeminista, Noelia es una activista por la visibilización y concienciación sobre el cáncer de mama y afirma que le parece “contradictorio” que exista un movimiento feminista tan grande y concienciado y, sin embargo, con el tema de la reconstrucción se extienda la cultura que piensa que la mujer no lo es si carece de atributivos como el pecho. En su caso, decidió que esperaría primero a recuperarse antes de decidir qué haría.

Me hablaron luego de una cirugía que me pareció surrealista. Primero un globo expansor bajo la piel para que esta ceda y luego extraer para el pezón piel de la vagina y el codo. Y luego tatuar la aureola. No podía creerme que se proponga eso. Encima hay índices enormes de necrosis e infecciones, cuenta Noelia Morales.

Noelia afirma que el proceso de reconstrucción le parece patriarcal: “Ya es suficiente tener un cáncer, con sus riesgos, su proceso larguísimo… Ya pasas por bastantes preocupaciones como para tener que sumar esa presión social para reconstruirse el pecho, para no incomodar”, afirmó para Efeminista.}

El cáncer no es una lucha

El cáncer se vincula con la multiplicación rápida de células anormales que se extienden más allá de sus límites habituales y pueden invadir partes adyacentes del cuerpo, este proceso se denomina “metástasis” y es la principal causa de muerte por cáncer.

De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020 se registraron 1,086,743 defunciones en México, de las cuales 8% fueron por tumores malignos (90,603 casos). La tasa de defunciones por esta causa aumentó durante la última década, al pasar de 6.18 defunciones por cada 10 mil personas en 2010 a 7.17 por cada 10 mil personas en 2020.

Por otra parte, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la manifestación de esta enfermedad incrementa con la edad, debido a que se van acumulando factores de riesgo que se combinan con la pérdida de eficacia de los mecanismos de reparación celular que suele ocurrir con la edad.

Debido al desgaste físico y emocional que conlleva el cáncer, muchas personas ha denominado esto como una “lucha”, pero estos conceptos refuerzan el discurso de que en el cáncer hay ganadores y perdedores, por lo que pone la responsabilidad de la recuperación en el individuo que sufre la enfermedad.

El cáncer no es una lucha o una batalla, y a nivel psicológico no recomendamos usar este tipo de metáforas para hablar de la enfermedad. Usar estos términos bélicos no es el mejor enfoque para apoyar a una persona, comenta Cristina Soria Poveda, psicooncóloga y directora de Estrategia Clínica en Suportias.

Cargar sobre la persona que afronta una enfermedad la idea de que una mayor combatividad o lucha frente a ella puede mejorar sus opciones de recuperarse "puede volverse en su contra", detalla la psicooncóloga. Emplear estos términos puede suponer una gran presión para una persona que padece una enfermedad y no mejora, no por su falta de voluntad, sino por una cuestión meramente médica.

Según estudios, no está demostrado que mostrar una actitud negativa cause o empeore la enfermedad: "El cáncer no es causado por la actitud negativa de una persona, ni se empeora por los pensamientos que la persona tenga", explica la American Cancer Society. Pero el contar con una red de apoyo tanto de profesionales médicos como de profesionales de la salud mental ayuda a tener herramientas para gestionar de mejor manera el padecimiento, teniendo muy en cuenta que esto no ayudará ni empeorará la enfermedad.

Responsabilizar (y culpabilizar) a individuos de problemas colectivos lleva a la inacción institucional y a una falta de toma de medidas para solucionar dichos problemas. Al ser un tema médico se intenta simplificar el problema reduciéndolo a algo biológico-natural, que no está mediado por cuestiones sociales, explica el sociólogo Daniel Alonso.