Cada 1 de octubre se conmemora en México el Día del Arquitecto. Es un día para reflexionar el lugar y las aportaciones de la arquitectura a la realidad social y recordar la responsabilidad que los arquitectos y arquitectas tienen para mejorar la calidad de vida. 

Sin embargo, como en todas las profesiones, las mujeres se han insertado a destiempo y han tenido que luchar contra la misoginia dentro de espacios educativos y laborales. 

Maria Luisa Dehesa Gómez Farías

Nació en Xalapa Veracruz el 30 de junio de 1912, y fue la primera mujer mexicana que se tituló en Arquitectura por la Academia de San Carlos, de la Universidad Nacional Autónoma de México. 

Lee: ¿Por qué las niñas se interesan en la ciencia y luego desisten?

Enfrentó la discriminación que las mujeres recibían en la universidad durante esa época por parte de profesores y compañeros, quienes creían que una mujer no debía ser arquitecta. En su generación solo había 5 mujeres, y ella fue la primera en titularse con la tesis “Cuartel de Artillería Tipo” en 1939. 

Maria Luisa trabajó en la Dirección de Obras Públicas del Departamento del Distrito Federal, formó parte de la Unión Internacional de Mujeres Arquitectas (UIFA) y fue fundadora de la Federación Universitaria de Mexicanas. 

Mariana Ordóñez y Jesica Amescua 

Estas arquitectas saben que el trabajo realizado entre mujeres puede conquistar el mundo y ayudar a otras mujeres. El proyecto COMUNAL se fundó en 2015 por Mariana Ordoñez Grajales, egresada de la Universidad Autónoma de Yucatán. En 2017 se asoció con Jesica Amescua Carrera, egresada de la Universidad Iberoamericana. 

Lee: La educación, el inicio para erradicar la violencia de género

COMUNAL es un proyecto que busca incentivar y facilitar la participación de las mujeres en los proyectos que desarrollan en las comunidades. Han apostado por la Arquitectura Participativa y la Producción Social de Hábitat. Consideran que las arquitectas deben tomar el rol de facilitadoras y mediadoras que acompañan a las comunidades en la defensa de su hábitat. 

Su misión es contribuir en el mejoramiento de las condiciones de vida y el habitar de las comunidades rurales de México. En su sitio web puedes consultar sus proyectos y hacer donaciones. 

Frida Escobedo

Nació en Ciudad de México. Obtuvo su título como arquitecta y urbanista en la Universidad Iberoamericana. Hizo una maestría en la Graduate School of Design en Harvard, y se ha desempeñado como profesora en la Universidad Iberoamericana y el Tecnológico de Monterrey. 

En 2004 fue acreedora de la Beca Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en México. Entre sus premios más notables están el Young Architects Forum, organizado por la Architectural Association de Nueva York y el premio Arquitectura Emergente en 2016.

Lee: El tabú de las mujeres embarazada en el arte

Una de sus obras más reconocidas es la restauración de La Tallera de Cuernavaca. 

Gabriela Carillo

En 2017 ganó el Premio Internacional Mujeres en la Arquitectura por su diseño del complejo que alberga las salas de juicios orales en Pátzcuaro, Michoacán, donde retomó el modelo de construcción purépecha llamado “Las Trojes”. 

Le egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), también recibió la Medalla de Plata de la XIII Bienal de Arquitectura Mexicana de 2014 y la Medalla de Plata en el Bienal de la Ciudad de México. 

Marcela González Veloz 

Es una de las arquitectas más reconocidas actualmente, co-fundó el estudio de arquitectura Oficio Taller, donde mezcla el interés por la arquitectura socio ambiental y su pasión por los colores y la cultura mexicana.