Una experiencia no muy grata fue la que me paso hace un mes dentro del Centro comercial Chedraui en Picacho-Ajusco donde fui asaltada, una vivencia que invadió mi privacidad y que hasta el momento sigue interfiriendo en la integridad de mi familia y en lo complicado de todos los procesos de denuncia, aclaración y recuperación de mi documentación personal, hecho que estadísticamente aun con subregistro están viviendo muchas personas en este momento.

Un evento de este tipo, te lleva de inicio a la impotencia frente a “una autoridad” dentro de la tienda que no se moviliza ante el hecho denunciado, cuando pregunté a la cajera que me contactara con un guardia de vigilancia pasaron al menos 10 minutos, yo en shock sin entender bien que había pasado, intentado ubicar el momento en el cual  había pasado el robo, recordé entonces el pasillo frente a farmacia en donde alguien me aventó el coche del supermercado, mi reacción fue girar del lado contrario de mi bolsa, y claro está en ese momento otra persona con otro carrito ubicada al lado mío fue quien saco de mi bolsa, mi cartera. Cuando llegó finalmente el guardia, le comenté lo sucedido, solicitándole poder revisar los videos en las cámaras para ubicar a los carteristas, su contestación fue: no le recomiendo mucho, seguro ya no están en la tienda, enseguida pregunté ¿qué hacen en estos casos? --Pues nada, es difícil dar con ellos-, yo insistí en la revisión de videos, lo cual ahora creo fue un error porque finalmente “revisaron” los videos y se tardaron casi 40 minutos, el corto de video que me trajeron aparecía yo, pero no los carteristas y era poco nítido. En ese momento comenzaron a llegar a mi celular avisos de compras y fue entonces cuando comencé a realizar las llamadas para reportarlas y cancelarlas lo cual también se convierte en un suplicio por tantos datos que te piden y no tienes a la mano.

Lo segundo que se vive, es la invasión de tu privacidad porque cuentan con todos tus datos domiciliarios, tarjetas bancarias y departamentales, tus notas, datos de algún familiar, lo cual te lleva a la panoia por algunas semanas. Lo tercero fue enfrentarme con un banco Banorte que además de venderme un seguro para “resguardar” mi cuenta no sirvió de nada porque a final de cuentas el veredicto fue solo podemos regresarle un 10% de las compras no reconocidas y retiros. Durante el proceso tortuoso del trámite que duró veinte días, se dieron diversas inconsistencias, recibía correos del banco que no son reconocidos por ellos mismos y tampoco hicieron una revisión de dichos sucesos. El cuarto momento, es enfrentarse al Ministerio Público (MP) que como ya sabemos tiene cerros de expedientes y la ausencia de quien lleva tú caso, y en tanto no tenga el sello de mi declaración no puedo realizar el trámite para la recuperación de mis documentos. El quinto escenario es la reposición de mi credencial del Instituto Nacional Electoral (INE) para la cual tengo cita en dos largos meses y sin ella tampoco puedo realizar trámites, y así la cadenita de instituciones públicas y privadas para la atención de estos casos para una ciudadana común de la Ciudad de México.

Y bueno, a partir de lo que me paso fui recopilando información de las diferentes ventanillas por ejemplo, en el caso del banco Banorte no cuenta con un banco de huellas con el cual identificar a sus usuarios en estos casos. También me di a la tarea de revisar algunos datos al respecto, aproveché mi espera en el MP para realizar algunas entrevistas a dos abogadas, un abogado y una psicóloga, encontrándome con algunos datos como los siguientes: Actualmente hay un alto índice de “robos, amenazas, despojos, violencia familiar, amenazas, daño a la propiedad y fraude” (abogado MP), de igual manera  “la incidencia criminal a aumentado después de la pandemia, actualmente recibimos 100 carpetas al mes por oficial secretario y aquí tenemos sólo dos oficiales para atender todo eso, antes recibíamos 50 carpetas…ahora se incrementaron los robos a transeúntes con violencia, luego robo a transporte con violencia, robos en los supermercados y tiendas de conveniencia” (Abogada MP), si bien, el carterista tiene una práctica histórica y solitaria, en la actualidad son grupos organizados con posibilidad de desplazamiento y que actúan en grupo en el caso de los supermercados participan un mayor número de mujeres.

“La mayoría son hombres y en tiendas departamentales y supermercados participan más mujeres, porque dan más confianza a las personas”. En cuanto a la calidad del servicio de vigilancia tanto del personal y circuito cerrado, ésta no es de buena calidad, el personal no está lo suficientemente capacitado y no cuenta con protocolos para actuar ante los robos a sus usuarios “El problema en los supermercados y las tiendas departamentales es que las cámaras son de mala calidad, y en muchos casos son falsas, lo cual dificulta la identificación clara de las personas” ante una denuncia.

En cuanto a si se cuenta con la infraestructura necesaria y el personal para la atención de estos delitos, se observa una deficiencia, tan solo para los asaltos en el metro y transporte público no se tienen suficientes agencias, y los agraviados tampoco quieren perder el tiempo en una denuncia que no será resuelta por todos los vicios que conllevan los procedimientos y su tardanza, “la gente está muy acostumbrada y ya no denuncia, se ha normalizado el que los asalten, y piensan que es más su responsabilidad cuidar sus cosas y/o atenerse a lo que pase”.  Finalmente, Ciudadanos en Red en el 2021 visibilizó un dato generado por la Fiscalía General de Justicia de la CDMX el cual registro a 11 mil 354 víctimas de robo con y sin violencia en tiendas de autoservicio y conveniencia, lo cual nos lleva a promover la cultura de la denuncia, aun cuando su procedimiento es deficiente, a fin de no quedarnos con un subregistro de datos que invisibiliza una realidad que impacta en nuestra calidad de vida y modifica nuestra rutina diaria, ante la inseguridad pública en que vivimos.

Norma G. Escamilla Barrientos es licenciada en pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM y tiene maestría en psicoterapia psicoanalítica por el Centro Eleia, A.C.

@EscamillaBarr