Vivimos en un mundo acelerado, bajo la lógica de hacer todo rápido. Lamentablemente eso se traslada a las relaciones sexuales, donde nos han enseñado que el fin último es el orgasmo y que mientras más esfuerzos se hagan para conseguirlo es mejor.
¿Y si te dijéramos que en el slow sex lo más importante no es llegar al orgasmo? Como su nombre lo dice, el slow sex propone llevar de manera lenta y relajada el contacto sexual, por lo que no pone al orgasmo en el centro de atención, sino que invita disfrutar de toda la experiencia sexual: los besos, las caricias y arrumacos.
Lo más importante en el slow sex es relajarse, vivir el momento preciso en que experimentas las caricias y tocamientos. No centra la atención en la penetración, sino que concibe a la sexualidad como el conjunto de experiencias físicas íntimas que provocan sensaciones en nosotros. En el slow sex el orgasmo es el que cada quien decide sentir.
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Después de atreverte a vivir la experiencia del slow sex no querrás volver a tener sexo de manera rápida y violenta como el porno dicta que debe sentirse el placer.
El sexo lento tiene amplios beneficios para extender el placer, ayuda a retrasar la eyaculación masculina e invita a sentir cada pequeño detalle del sexo. Aquí van unos consejos para que disfrutes al máximo:
Dedicale tiempo
El tiempo debe jugar a tu favor, por lo que planear un encuentro sexual donde tú y tu pareja estén completamente conscientes del momento será fundamental. Puedes hacer una cita en algún lugar especial para dejar la cotidiana lejos de ese momento mágico que están a punto de vivir.
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Dedícate completamente al momento y a compartir el placer, aunque esto último puede llegar a ser difícil por los montones de pendientes y pensamientos que puedes tener, controlar tu respiración puede hacerte volver al momento y disfrutar. Simplemente vive el momento y cada pequeña parte que compone al acto sexual.
Experimenta con lubricantes
Como el slow sex se trata principalmente de sentir cada experiencia, los lubricantes pueden ponerle un toque interesante a las caricias, si son lubricantes con sabor pueden ponerse creativos y probar cada parte del cuerpo. No olvides estimular las zonas erógenas e indagar en dónde siente placer tu pareja, préstale atención a todo el cuerpo, no limites las caricias.
Ponte creativo con el jugueteo previo
Si te gusta prestarle atención al juego previo, el slow sex te encantará. Ponerle atención a los jugueteos, coqueteos y primeros contactos es fundamental. Alarga lo más que puedas las caricias, insinuaciones y experiencias previas al coito, recuerda que la penetración no debe ser el centro de atención.
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Llevar a cabo un juego de roles que les excite o una conversación sensual previa puede ayudar a alargar el deseo, y con ello alargar las ganas de disfrutar el momento.
Parece sencillo, pero poner en práctica el sexo lento no es tan fácil como se lee, ¿lo pondrás a prueba? Es seguro que no te arrepentirás.