Billie Eilish sorprendió a la industria musical de un momento a otro; a sus 20 años, es la primer artista nacida en el siglo XXI en encabezar las listas Billboard y en ganar un Oscar. 

Como cada año, la BBC lanzó el especial de 100 Mujeres que consta de “visibilizar a toda aquella mujer que inspire”, explica la revista. Por supuesto, el nombre de Billie era un infaltable y durante la entrevista realizada por el medio, la artista explicó lo difícil que fue para ella romper con el estereotipo de género ligado a la feminidad  y encontrar la confianza en un estilo que la hiciera sentir bien sin temor a ser juzgada. 

“Me gusta sentirme más masculina que femenina; me siento mejor. Batallé con eso durante mucho tiempo porque quería sentirme femenina y obligarme a que me gustara, pero no lo sentía así”, indicó para la BBC. 

El estilo de Billie Eilish se convirtió en un sello distintivo de la cantante; la ropa holgada, los accesorios llamativos, tenis y bermudas, sin embargo, en 2021 la cantante de en ese entonces, 19 años posó para la revista Vogue con un corsé y un vestido. El hecho generó múltiples comentarios señalando que había “traicionado su esencia” e incluso, el New York Times apuntaba a que la incomodidad de las personas venía porque había desafiado el estereotipo de género. 

“Se trata de encontrar momentos donde puedas tener eso y que sigas sintiéndote bien, ¿sabes?, puedo encontrar poder en lo femenino también y en ocasiones, en lo masculino, depende de cómo me siento”, finalizó Billie como parte de su participación en el especial 100 mujeres.

La fama inesperada y el síndrome del impostor

En compañía de su hermano Finneas, Billie creció en Los Ángeles y juntos, comenzarían a explorar el terreno de la música, cuando Billie cumplió 14 años grabaron Ocean Eyes como un proyecto escolar, lo cargaron a SoundCloud para que su profesor pudiera escucharla y a la mañana siguiente, tenía miles de reproducciones y poco después, iniciarían los contratos, juntas y el trato con hombres incómodos.

“Era una niña de 14 años con mi hermano de 17 haciendo reuniones con hombres que no sabían cómo tratar con una niña… era demasiado para los dos”, comenta Billie

A medida de que cultivaba, con compañía de Finneas múltiples éxitos, la mirada pública se posaba en Billie generándole múltiples problemas de ansiedad y baja autoestima, para ella, haber crecido en el ojo público fue “una experiencia sumamente dolorosa”.

“No sabía qué estaba pasando o qué estaba haciendo, sentía que todo lo que hacía no era suficiente; yo no era suficiente ni merecedora, es muy difícil no tener nada y de repente tener poder… tenía el síndrome del impostor”, declara. 

Este síndrome, está relacionado a la autoexigencia y a sentimientos de ser insuficiente o de ser “un fraude” por ganar algo que no merecen. Las principales afectadas son mujeres que se encuentran en empleos o industrias que demandan mucho de ellas; el sexismo, no sentirse valoradas, ser excluidas, la brecha salarial, el mansplaining, los señalamientos / críticas públicas y el impedimento de que las mujeres tengan acceso a mejores oportunidades y/o ascensos en su trabajo, son actores principales que fomentan el desarrollo de este síndrome. Michelle Obama, Emma Watson y Natalia Portman han hablado públicamente de este constante sentimiento que ha representado un serio problema para su carrera y autoestima.