Quizá creciste pensando que el bordado era una actividad que sólo realizaban las señoras mayores, si tuviste suerte tal vez te tocó ver bordar a tus abuelas, a tus tías y a tu mamá, y pensaste que este tipo de actividades no eran para ti, tal vez pensaste que eran anticuadas o simplemente no te interesaban. 

La verdad es que el bordado durante varias décadas se consideró una habilidad indispensable para “todas las mujeres”, formaba parte de los roles y estereotipos de género para las mujeres. Sin embargo, hoy en día esta práctica ha sido retomada por colectivas feministas que la utilizan como una forma de protesta contra la violencia patriarcal.

Tharzzila Aguirre (@lapunkqueborda) y Andrea Rolón (@drella) son artistas textiles feministas, ambas utilizan el bordado como parte de su activismo feminista. En entrevista para La Cadera de Eva, nos platican sobre su práctica como bordadoras feministas.

Memoria viva 

“Con mis bordados busco dar voz a las que ya no están y a quienes gritan con todas sus fuerzas exigiendo justicia a un Estado feminicida que cierran los ojos ante la violencia más brutal que sufren las mujeres”, expresa Tharzzila Aguirre, creadora del proyecto La Punk que borda. 

El bordado feminista comenzó a utilizarse, no sólo como una forma de mantener y subvertir las tradiciones de las mujeres en nuestra familia, sino también como un medio de protesta pacífica que surge como un acto de memoria para las víctimas de violencia. 

“Para mí, hacer bordado feminista es subversivo ya de por sí, pues me permite expresarme sin decir una palabra. Y es apropiarse de una actividad que es considerada "silenciosa y tranquila" y utilizarla para alzar la voz”, señala Andrea Rolón, creadora del Proyecto D R E L L A.


El uso del bordado como un acto político se considera parte del craftivism, es decir la fusión entre el activismo o la protesta social a través de actividades manuales, de acuerdo con Andrea. “Encontré algo que fusionaba dos cosas que me gustan mucho: hacer manualidades y la protesta social”.

“Hacer uso del arte textil, es para mi reapropiarnos de una labor que históricamente ha sido enfocada para las mujeres y transformarla para poder expresarnos y exigir nuestros derechos. La tela las agujas y los hilos se han tornado en un arma de lucha y colectividad”, de esta forma Tharzzila describe su accionar a través del bordado.

Bordar redes

Andrea y Tharzzila coinciden en más de una cosas, no sólo sus proyectos están inspirados en el feminismo y el punk, además aprendieron cosas de sí mismas a través del bordado, lo cual les permitió acercarse a otras mujeres desde el arte textil. 

“Creo que el bordado es una forma de expresión super potente y bonita que nos permite también adentrarnos en nosotras mismas. El bordado me ha permitido conocer algo de mi que no sabía que existía, he hecho cosas que jamás imaginé y he creado cosas que no sabía que podía hacer”, explica Tharzzila sobre su bordado.

Mientras que Andrea, señala que el bordado no sólo le da la satisfacción al crear y expresarse "el bordar con temática feminista me ha permitido crear conexiones con mujeres extraordinarias de todo México, con quienes puedo compatir saberes e intercambiar puntos de vista”.

Puedes conocer más del trabajo de Andrea y Tharzzila en las páginas de sus proyectos, en ocasiones colaboran con sus creaciones para realizar talleres sobre bordado feminista, colectas o donaciones a través de su arte.