Ante la violencia que pueden sufrir los grupos de las expresiones de la diversidad sexual no heteronormal: lesbianas, gays, transexuales, transgéneros travestis, intersexuales, bisexuales, asexuales, polisexuales, demisexuales, antrosexuales y pansexuales, las casas de apoyo han sido un refugio para estas personas en tiempos de covid.

Para atender la emergencia de discriminación que enfrentan estos jóvenes -así como también mujeres que sufren violencia machista- Casa Frida abrió sus puertas para refugiar y apoyar a quien lo necesita.

En entrevista con La Silla Rota, Raúl Caporal Montes, coordinador de Casa Frida, cuenta que este ha sido un proyecto emergente en medio de la pandemia por la covid-19, pensado por cuatro organizaciones de la sociedad civil que ayudaron a impulsar esta iniciativa.

Gracias a las organizaciones Red mexicana de jóvenes y adolescentes con VIH, Centro de investigación diversidad e incidencia, Ahora y Diversidad 360, es que han logrado abrir las puertas de esta casa de refugios. Además del apoyo de algunas personas físicas como la diputada federal independiente, Lucía Riojas.

¿Qué puedo hacer para ayudar a Casa Frida? Es una pregunta frecuente; ¡Gracias! Por tu interés y tus ganas, por...

Publicado por Lucía Riojas en Martes, 26 de mayo de 2020

Este “sueño” como lo describe Raúl, abrió sus puertas el pasado 12 de mayo, con la intención de responder a una de las necesidades principales de jóvenes de la comunidad LGBT+, que se está incrementando en esta emergencia sanitaria y que es el tema de los ingresos económicos.

“Cuando se paró la economía, sabíamos que, como siempre, las poblaciones de mayor desigualdad y marginación serían las más afectadas, por esto, empezando por las personas de la diversidad sexual y diversidad de género”, señala.

En Casa Frida, no sólo se les da techo y comida a personas refugiadas que sufren violencia o discriminación, sino que además se les brinda un proceso de formación y capacitación para obtener habilidades para la vida, dice Raúl, que les permita, una vez que egresen, tener más oportunidades. Así como procurar espacios libres de estimación y discriminación. 

Además, se piensa que cuando egresen de Casa Frida, donde también se les apoya con ayuda psicológica emocional e incluso algunas clases, ellos y ellas puedan tener una economía a partir de que encuentren un trabajo con el que puedan independizarse.

Casa Frida actualmente mantiene a 20 personas en situación de refugio que han sido violentadas o sufrido actos de discriminación durante la contingencia sanitaria. De estas personas, sólo una mujer cisgénero heterosexual se encuentra ahí por violencia contra la mujer.

“El mercadito solidario”

Para lograr realizar este proyecto, Raúl cuenta que se han visto en la necesidad de buscar recursos de diferentes lados y una de las formas es el que llamaron “Mercadito solidario” en el que todas y todos los miembros de Casa Frida se unen para elaborar productos como pizzas, camisetas originales de la marca Casa Frida diseñadas por ellos mismos, empanadas, postres, etc. Con el fin de que las personas se acerquen los fines de semana y compren sus productos. 

¡Mercadito Solidario en Casa Frida! . Algo que deseamos impulsar es la venta de nuestra playera oficial para el fondo...

Publicado por Casa Frida en Domingo, 31 de mayo de 2020

A este trabajo se suman las ganas de seguir con el proyecto una vez terminado la pandemia y aunque, por el momento, tienen pensado mantenerlo hasta principios de agosto, el sueño de ser un apoyo para las y los jóvenes de la comunidad LGBT+ permanece a largo plazo.

“Todos necesitamos una Casa Frida”

Según la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (2010), el 44% de las personas no estarían dispuestas a permitir que en su casa vivieran personas homosexuales, mientras que, en la Encuesta Nacional de Valores en Juventud (2012) se reporta que el 40.9% de las personas encuestadas no quisieran tener vecinos (as) homosexuales, por lo que el confinamiento obliga entonces a tener que convivir entre personas que no toleran otros grupos de identidad no heterosexual, vulnerando a los grupos LGBTTTI.

Ante esto Raúl cuenta la importancia que es para la comunidad un lugar como Casa Frida.

“Todos merecemos una Casa Frida alguna vez en nuestra vida; porque todos llegamos a pasar por algún rechazo y todos merecemos un lugar dónde vivir y dónde resguardarnos con el amor que merecemos por ser quienes somos, así que con contingencia o sin contingencia por el covid, las violencias ya existían, solo se han acentuado”, señala.

Y agregó: “Y sabemos que van a continuar también (las violencias), desafortunadamente mientras no exista un fortalecimiento en la política pública del país. Mientras no haya una reeducación sexual y un comportamiento de las diversidades, así que sí es un sueño continuarlo”.