¿Cuándo aprendimos a administrar nuestras finanzas? ¿Quién nos enseñó a cobrar el valor de nuestro trabajo? ¿Cómo hablar de dinero y no morir en el intento? La falta de educación financiera y el no saber cobrar por el trabajo que hacemos afecta e impacta directamente en la calidad de vida.
A las mujeres se les enseñó que se debe hablar poco cuando nos referimos al dinero; en ocasiones, hasta se nos dijo que era de mala educación. Sin embargo, aprender a establecer una cifra monetaria por el trabajo no debería ser una dificultad, sino parte del crecimiento y desarrollo profesional de todas las personas.
Históricamente, el trabajo de la mujer ha sido más precario, de tiempo parcial o menos reconocido, explicó María Luján Tilli para Dalia News. La falta de modelos para aprender sobre educación financiera ha impactado de forma crucial en la vida de muchas mujeres, pues son quienes tienen una mayor vulnerabilidad cuando hablamos de educación financiera, señaló un estudio realizado por la OCDE/INFE 2020. Este factor dificulta tener una independencia económica y/o un trabajo con salario digno.
CLAVES FEMINISTAS PARA HABLAR DE DINERO
El no tener un modelo o ejemplo a seguir en relación a la educación financiera coloca a las mujeres en un lugar de desventaja; por ello, Luján Tilli compartió algunos consejos.
1. Valora
Ten claro tu propio valor y el de tu trabajo, antes de establecer una cifra es importante que conozcas tus procesos, fortalezas y debilidades; así como de lo que ofreces. Un problema común en las mujeres es que invisibiliza todo el esfuerzo que la llevó a ser quien eres en ese momento. Se estima que cuando un hombre cumple el 60 por ciento de los requisitos para una vacante laboral no dudan en postularse, mientras que las mujeres, a veces lo dudan a pesar de cumplir el 100 por ciento de los requisitos, según la consultora de comunicación Tapioca Blú.
2. Calcula
Antes de establecer una cifra es importante que tengas claro cuánto dinero necesitas para vivir como a ti te gustaría. Generalmente no se prepara un presupuesto mensual o anual para proyectar los gastos, pero todas deberíamos hacerlo, pues beneficia mucho a la cotidianidad. Por ejemplo, establecer metas de ahorro y pagos en lapsos de tiempo permite una mejor proyección y claridad sobre cuánto necesitas.
3. Pierde el miedo
Aprende a hablar de dinero sin pena o incomodidad. En muchas ocasiones, evitamos hablar de dinero, preguntar cuál será el sueldo o si hay alguna clase de prestaciones; sin embargo no es malo hacerlo. Las relaciones laborales son intercambios y desde el principio es importante establecer acuerdos claros que beneficien a ambas partes, por ello, es importante hablar de estos temas desde el inicio y con claridad.
4. Claridad
Por último, es muy importante que tengas claridad en qué es lo que tienes para ofrecer; ya sea un producto o un servicio. Asimismo, conocer cuál es tu distintivo, cuánto vale tu esfuerzo, tu tiempo y qué conocimientos o experiencia aportarás a la empresa; esto con el fin de poder establecer un intercambio justo para ambas partes donde no exista ningúna duda de todas tus capacidades.
Mejorar nuestra relación con las finanzas abre grandes oportunidades, por ello importante aprender a tener seguridad en el valor propio, conocimientos y experiencia, así como ser honesta y justa. El objetivo no es lograr adquirir grandes cantidades; sino lo necesario para ti, ser consciente de tu situación económica y tener los recursos para vivir la vida que deseas.
Con información de Dalia News+Media
asl