La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) señaló que se deben seguir las recomendaciones de distanciamiento social y resguardo domiciliario como manera preventiva, pero no cómo una obligación legal.
Si las personas, en especial las mujeres y niños padece violencia de género, el estar confinados en sus hogares no es una obligación. Pueden acudir a los refugios o servicios que ofrecen las autoridades para que se resguarden de una forma segura.
La CNDH recomendó cumplir con la medida de resguardo domiciliario se extendió al 30 de abril de este año. Sin embargo, no hay una prohibición en términos jurídicos que otorgue a las fuerzas del orden a proceder con alguna detención por desacato del exhorto sanitario.
La Comisión reconoce que atender las recomendaciones como el distanciamiento social puede traer una reducción de los contactos y un impacto positivo en las acciones para frenar el avance de infecciones como el coronavirus.
Asimismo, se hace un firme llamado a las autoridades de atención a víctimas, de seguridad pública y procuración de justicia a mantener sus canales y vías de denuncias abiertos las 24 horas del día para dar atención y seguimiento de casos relacionados con violencia doméstica.
Ante este escenario, la CNDH precisa en particular que el llamado a quedarse en casa forma parte de las medidas emitidas “por causa de fuerza mayor” para atender la emergencia sanitaria por la que atraviesa el país.
La CNDH estará pendiente de la atención que brinden las autoridades a situaciones de violencia que surjan en los hogares contra mujeres, niños y niñas durante esta etapa de resguardo domiciliario forzado, las cuales deben garantizar a las víctimas el acceso a un apoyo inmediato y adecuado.
(Diana Juárez)