El pasado 15 de abril apareció la reforma a la ley de telecomunicaciones y radiodifusión PANAUT, Padrón de Usuarios de Telefonía Móvil. Claudia Calvin y la comisionada del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Marina San Martín Rebolloso explicaron cómo esta reforma de ley puede afectar a los derechos de las mujeres.
La comisionada resaltó la importancia de aclarar que nuestras decisiones personales son parte de nuestra información privada y cada dato o información nos definen como personas. “La privacidad es como la salud”, dijo San Martín Rebolloso, “no sabemos los valiosa que es hasta que nos hace falta”.
Esta reforma de ley se propuso con el objetivo de brindar mayor “seguridad” a todos los usuarios. San Martín explicó que con este fin se desea construir una base de datos construida por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL) donde aparezcan todos los datos e información de las personas que compran un servicio de comunicación móvil y así controlar delitos como extorsión.
Sin embargo, el tema causo polémica debido a que en la reforma a parte de solicitar el número telefónico y nombre del usuario también hacia referencia a proporcionar CURP, domicilio y datos biométricos.
“Nuestra información privada va de por medio”, dijo la comisionada y afirmó que esta solución vulnera los derechos tanto de las personas como de las mujeres. “La tecnología se ha convertido en una plataforma importante de ingreso, visibilidad, oportunidades y comunicación para las mujeres”, sostuvo San Martín Rebolloso.
Explicó que esta reforma de ley podría provocar un temor de uso afectando el uso y desarrolla de nosotras. Actualmente el uso de tecnología y brecha en su uso sigue presente entre las mujeres de zonas rurales y urbanas, “si una reglamentación limita a priori el acceso a la tecnología se incrementa esta brecha”, expresó la comisionada.
“La dignidad de las mujeres se cuida respetando la privacidad”, concluyó.