En las últimas horas el mundo entero ha puesto los ojos en el territorio ucraniano, ya que el presidente ruso, Vladimir Putin, decidió lanzar una operación militar especial, destruyendo con misiles la infraestructura militar ucraniana alrededor de las 05:00 horas locales del jueves 24 de febrero, cuestión que dió paso a un conflicto armado. 

La guerra desatada entre Rusia y Ucrania ha provocado que muchas personas busquen salir del territorio ucraniano en busca de refugio, huyendo de la guerra. Alrededor del mundo han surgido comentarios y posicionamientos de preocupación  por la población ucraniana en general, ¿pero qué pasa con las mujeres?

Durante los conflictos armados la violencia atraviesa de una forma diferenciada a las mujeres, quienes se convierten en blanco de agresiones y violencias como parte de los mecanismos de ataque en la guerra. 

De acuerdo con las Naciones Unidas, en las guerras recientes, como las vividas en la ex Yugoslavia, Rwanda, Sierra Leona, Liberia, Nepal y Afganistán, al igual que en otras zonas conflictivas, se caracterizaron por el alto grado de violencia contra las mujeres y las niñas. 

Se calcula que el 70% de las bajas registradas en los conflictos recientes entre quienes no eran combatientes correspondía principalmente a las mujeres y a las niñas. Según ONU Mujeres, las agresiones sexuales se convierten en una de las principales formas de ataque contra las mujeres durante las guerras.

“Se estima que, alrededor de medio millón de mujeres fueron víctimas de violaciones en Rwanda durante el genocidio de 1994. Aproximadamente 60.000 fueron violadas en la guerra que tuvo lugar en Croacia y Bosnia y Herzegovina, y se estima que en Sierra Leona se produjeron 64.000 incidentes de violencia sexual contra las mujeres y las niñas relacionados con la guerra entre 1991 y 2001”, afirma Nacionas Unidas.

“Pese a la ausencia de bombas y proyectiles, los cuerpos de las mujeres y las niñas se han convertido, tanto en la mentalidad como de hecho, en campos de batalla para milicianos armados faltos de escrúpulos y para sus secuaces, así como para quienes aprovechan el caos de la guerra a fin de desatar la violencia contra los miembros más vulnerables de sus comunidades”, enfatiza la organización en su artículo “Los conflictos armados y la mujer- Décimo aniversario de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad”

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Por otra parte, los conflictos armados también dejan a las mujeres en una situación muy vulnerable ante la pobreza, la pérdida del trabajo y la destrucción de bienes, como, por ejemplo, sus casas, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados informa de que las mujeres representan el 49 por ciento de las personas refugiadas en todo el mundo, principalmente como resultado de los conflictos. Las mujeres refugiadas a menudo atraviesan mayores dificultades por motivos de género en comparación con los hombres en estas situaciones.

La mujer como sujeto activo en la guerra

Las mujeres están expuestas a diversos tipos de violencia durante los conflictos armados y se encuentran en situación de vulnerabilidad por el simple hecho de ser mujeres. No obstante, es importante reconocer que las mujeres también son sujetas activas durante las guerras, no sólo como víctimas, en ocasiones también como combatientes y sobre todo, como pilares indispensables de la creación de paz y resolución de conflictos. 

Por otra parte, la invisibilización de las mujeres en los conflictos armados es parte del problema, de acuerdo con un artículo escrito por Irene Zugasti Hervás Para Pikara Magazine, la visibilización de las mujeres en el conflicto de Donbass ha sido realmente limitada. 

“La visibilidad femenina en este conflicto se ha limitado a las imágenes de hermosas activistas envueltas en banderas nacionales ucranianas en la plaza de Maidán, al más puro estilo del estereotipo de feminidad normativa eslava (muy atractiva para el mercado del sexo internacional). Rubias de enormes ojos claros, jóvenes, frías, iconos de las ansias de modernidad que tan bien han funcionado en la propaganda de la franquicia ucraniana de activismo Femen como transmisoras de liberación, aunque no se sepa exactamente de qué se liberan. La otra imagen más recurrente si pensamos en Ucrania ha sido la de las mujeres victimizadas, las ancianas llorosas, las mutiladas por los bombardeos, padeciendo el dolor de la guerra en sus carnes, arrastrándose en silencio entre las casas destruidas”, afirma el texto.

“Decía Carol Cohn en su impecable libro Women and Wars que había que saber huir de la dicotomía de víctimas y verdugos, (una dualidad tan sexualizada) si se quiere abordar un conflicto bélico. La mujer es la paz, lo doméstico, la violada, la protegida, el descanso del guerrero; el varón es el protector, el beligerante, el dueño del espacio público, el señor en todas las guerras. El rancio estribillo de “mujeres, niños y ancianos” para referirse al coste humano de una guerra es tan manido como falso”, enfatiza la autora.

Con información de: Naciones Unidas y Pikara Magazine