En México 19.2 millones de mujeres fueron sometidas en algún momento de su vida a algún tipo de violencia sexual, siendo el principal perpetuador de la misma un hombre, según la ENDIREH de 2016, Esta cifra inevitablemente nos tiene que llevar a reflexionar sobre cómo es que los hombres aprendemos a vincularnos con nuestra sexualidad.
Cuando hablamos de sexualidad, no solamente se hace referencia a prácticas sexuales, sino también a todo un sistema de normas que intervienen en la construcción de las relaciones interpersonales y las identidades, tanto individuales, como colectivas. En este sentido, los hombres en particular, aprendemos en buena medida a ser hombres por medio de la sexualidad, la cual se vuelve un elemento constitutivo de la masculinidad que sirve para ubicarnos dentro de la jerarquía masculina y aprender a valorar las aptitudes de las mujeres y todos aquellos sujetos considerados femeninos, sobre el tema te invitamos a escuchar el podcast que se produjo con Gendes y La Cadera de Eva.
Los medios por los cuales los hombres aprendemos y tenemos nuestros primeros acercamientos a la sexualidad son principalmente dos: los grupos de amigos y la pornografía. Para el primero de los casos, el grupo de pares funciona como un socializador de la sexualidad, donde se transfieren conocimientos e ideas sobre la misma, en una gran mayoría de los casos basadas en informaciones infundadas, confusas o erróneas.
Para el caso de la pornografía, un estudio en Latinoamérica de Save The Children de 2020 comenta que cerca del 50% de los varones adolescentes reconoce a la pornografía como una fuente importante de aprendizaje sobre sexualidad. Asimismo, un estudio de The Sunday Times en Reino Unido de 2019 identificaba que una cuarta parte de los menores de 22 años tiene a la pornografía como una de sus principales fuentes de aprendizaje de sexualidad, mientras que para el 12% era su única fuente.
En general, las pocas investigaciones al respecto comentan que el consumo de pornografía está ampliamente generalizado en hombres y que las edades en la que inician su consumo oscilan entre los 11 y 14 años, con importantes porcentajes de menores de 10 años que están mirando pornografía. Estos datos nos hablan de lo relevante que es la pornografía en el proceso de descubrimiento y aprendizaje de la sexualidad para un porcentaje importante de niños y adolescentes.
Pero pese a que la industria pornográfica es de las más importantes a nivel mundial, y su visualización supera a todas las producciones de Hollywood juntas, aún hablar sobre la misma sigue siendo complicado. Esto debido a que es un tema tabú con halos de ocultismo, que lleva a que sepamos muy poco sobre sus características, cómo y quiénes la consumen y qué efectos tiene en los mismos.
Por estos motivos, desde GENDES A.C se está llevando a cabo la investigación “Pornografía, masculinidades y relaciones erótico-afectivas”, que busca contribuir al conocimiento sobre el consumo de pornografía por parte hombres jóvenes y así identificar el posible impacto en la construcción de su sexualidad y sus relaciones afectivas. Para ello, estamos realizando una encuesta que se realiza virtualmente de forma anónima en un tiempo estimado de 7 a 10 minutos. Invitamos a todos los hombres de la Zona Metropolitana del Valle de México de entre 15 y 29 años a que nos puedan apoyar realizando la encuesta y así colaborar en poder tener mayor conocimiento sobre el consumo de pornografía y sus posibles efectos en las relaciones afectivas.