En una sociedad, donde el machismo y la violencia contra las mujeres parece ser lo único que permanece fuerte, hay acciones desde nuestras propias trincheras que, por más pequeñas que parezcan, pueden provocar la diferencia en la reconstrucción de una sociedad más justa, incluyente y sana. Plantarnos frente al machismo y la desigualdad no es algo imposible, pero sí requiere concientizarnos respecto a la crianza de los niños, teniendo siempre en cuenta que es una tarea compartida. A continuación, algunas ideas para mamás, papás, abuelos, cuidadores de niños pequeños y personas en general:

No marcar estereotipos

Desde los primeros días de vida del niño, dejar de lado los estereotipos como “rosa” o “azul”, “el sexo fuerte” o “el sexo débil”. Empieza a marcar su camino sin condicionantes de género. Promueve el acceso a juguetes y actividades artísticas y deportivas con base en su interés. 

Educar en la igualdad

Desde muy pequeños, los niños inician su interacción con la sociedad. Enséñales y explícales, con herramientas de acuerdo a su edad, que todos somos iguales, y que tanto niños como niñas tienen los mismos derechos.

Inculcar el respeto por todo ser vivo

Enséñales a respetar a las plantas, a los animales y, por supuesto, a todas las personas. Así, siembras la semilla de la no violencia. 

Poner límites

Sin límites es muy fácil que un niño se tome la libertad en los límites del abuso. Para evitarlo, hay que establecer normas claras y firmes, de acuerdo con el código de valores familiares, sociales, tareas y obligaciones, según su edad. 

Enséñales a no lastimar

Nadie tiene derecho sobre el cuerpo o las emociones de los demás, así que recuérdale constantemente que no debe invadir el espacio físico y mental de otras y otros. Si lastima a alguien, enséñales a disculparse y reparar el daño inmediatamente.

Deja que expresen sus sentimientos e identifiquen sus emociones

No estigmaticemos las emociones. Es normal sentir enojo, tristeza, alegría y otras emociones, y por lo tanto, mostrar nuestras emociones no es algo que deba avergonzarnos. Hay que permitirles llorar y mostrar su enojo, enseñándoles que hay formas sanas y respetuosas para expresar lo que sienten. 

Enséñale a alzar la voz y defender

Motívalo a que se involucre ante situaciones de injusticia, ya sea a través de la denuncia con adultos o estableciendo un diálogo con la persona que esté siendo injusta, con la intención de frenar el acto.

Respetar los límites de los demás. 

Si alguien más le dice que no quiere hacer algo o que le provoca incomodidad, debe respetar su decisión y entender que “NO es NO”. Debe establecer los mismos límites cuando algo le incomode o no quiera hacerlo.

Incúlcale el valor de la empatía

Enséñalo a “ponerse en los zapatos” de otras y otros, a trasladarse a la situación para comprender su sentir, lo que atraviesan y actuar desde la solidaridad y no desde la lástima o el egoísmo.

Papá y mamá, ambos, son referentes inmediatos.

Las responsabilidades de la crianza son de mamá y papá. La forma en que se traten entre sí, cómo traten a otros y le traten, es el primer ejemplo de respeto. La repartición de tareas de manera justa y equitativa y la consideración de las necesidades de cada miembro de la familia son el antecedente para que vea que no hay opiniones ni papeles más importantes, que todos somos necesarios. 

Atiende tu salud emocional

La salud mental de hombres y mujeres es algo que se debe atender. Dejemos de estigmatizar el buscar ayuda de un especialista en salud mental. Para establecer relaciones sanas con los demás, tenemos que establecer antes una relación sana con nosotros mismos.

No a la violencia

No al maltrato físico ni psicológico. La manera de relacionarse con los otros debe partir desde el respeto y no sobre la acción violenta de ningún tipo. El ejemplo inicia con la manera en que los tratemos, educándoles con amor y no con violencia.

Vigila lo que ven en internet y la televisión

Vigilar el contenido que consumen en internet y otros medios de comunicación puede ser un paso importante para evitar la normalización de la violencia. Los aspectos externos, como películas, series, música, videojuegos, etc, pueden transmitir ideas contrarias a la equidad y el respeto. 

Foto de Dina Goldstein

Eliminar actitudes de pertenencia y promover la libertad

Enseñarles que conceptos como los celos, la renuncia, el control y el sufrimiento no son muestras de amor. El amor no significa sufrir. Es esencial que respetemos la construcción de la identidad de los niños, guiándolos sin actitudes de control, tratándoles como iguales.

Fuente: Con información de MamáRama y el País