El vampiro de la colonia Roma, un libro ícono en la literatura gay, cuenta la historia de un “chichifo” o prostituto; el personaje está inspirado en la vida de  Osiris Pérez, un icono en la esfera homosexual del México de los setenta, consumía drogas, bebía sin parar, contraía gonorrea, espiaba a hombres en los baños públicos, coqueteaba con policías para salirse con la suya.

El libro se publicó en 1979, pese a que el entonces presidente López Portillo se haya alertado con la publicación de adelanto de la novela en el suplemento México en la Cultura, del periódico Novedades, le dijo al periodista José Pagés “que no estuviera publicando eso”.

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“No era una típica historia melodramática”

"No era la típica historia melodramática y suicida de dos amantes que pagan el precio de ser homosexuales, es un retrato frontal y real de un chichifo (prostituto) de los setenta", apunta Michael Schuessler, prologuista de la edición de aniversario.

La obra se ubicó en 1979, 10 años después de los disturbios de Stonewall en Nueva York, el acto eje de al la lucha por los derechos de la población LGBT en occidente y un año después de al manifestación gay en México.

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Literatura de la onda

En ese entonces, las letras mexicanas estaban dominadas por un estilo posrevolucinario, que formaron a  autores de renombre como Juan Rulfo, José Revueltas, Octavio Paz y Carlos Fuentes. Por otro lado, estaban a los que se llamaron de forma peyorativa los de “Literatura de la onda”, quienes querían dar voz a los movimientos de los sesenta y retratar un estilo directo y realista.

A sus 28 años, Zapata escribió El vampiro de la colonia Roma, mezcló el estilo de la novela picaresca con temas de la contracultura, para narrar la vida de Adonis García (inspirado en al vida de Osiris) un huérfano de un republicano español exiliado y una madre provinciana a la que prácticamente no conoció. 

El estilo de la novela no es definido sino que apunta a la creatividad, está plagado de pinceladas cinematográficas y musicales, trata de retratar la clandestinidad a la que estaban confinadas la minorías sexuales de la época.

Su creador murió en medio de la pandemia, el 4 de noviembre del 2020. Después de 41 años, sigue siendo uno de los representativos de la comunidad gay, sólo que ahora ya no se esconde entre bolsas negras de plástico.

Con información de El País