El término “gaslighting” se ha aplicado para los problemas de pareja, donde el hombre intenta hacer creer a la mujer que está loca y su percepción de la realidad es equivocada. Surgió a raíz de la película Gaslight, estrenada en 1944; sin embargo, actualmente es un tipo de violencia y manipulación sutil que puede ser muy invisibilizada. 

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No obstante, la psicóloga Ingrid Calyton ahora pone sobre la mesa el auto-gaslighting, una conducta interna que una persona puede llegar a ejercer sobre sus propios pensamientos y acciones deslegitimizando y minimizando hasta crear una desconfianza extrema. 

Existe una voz interna que todos tenemos, en muchas ocasiones, está puede alentarnos a cumplir metas y objetivos; pero también, puede desacreditar nuestros pensamientos y convencernos de que vivimos dentro de una exageración constante, explicó la psicóloga en un artículo escrito para Psychology Today.

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En dicho artículo, compartió una experiencia personal para explicar este nuevo concepto. Clayton fue víctima de abuso durante su infancia, relató que durante años no logró compartir su experiencia pues se provocó auto gaslighting diciendose a sí misma que su no había sido tan “traumática” ni grave e inmediatamente enmudecía. 

A raíz de esto, la psicóloga explicó cómo los pensamientos tienen la capacidad de minimizar las emociones y autopercepción de las situaciones personales, con el fin de lograr demostrar que tal vez una experiencia del pasado no fue tan intensa o negativa como se recuerda. Esto provoca que la persona que se ejerce auto gaslighting encuentre una justificación sencilla y desconfíe en su pensar. 

Desprestigiar una opinión puede ser mucho más sencillo cuando se queda en nuestra cabeza, explicó Clayton; asimismo, compartió como le atemorizaba tener la razón y por ello sentía que no podía confiar en sí misma, pues prefería pensar que no eran verdad los escenarios catastróficos donde se sentía. 

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Sin embargo, esta experiencia le ayudó a superar el pasado y aprender el poder y efecto de la mente sobre nosotras mismas. Por último, compartió tres afirmaciones claves para no caer en una práctica de auto gaslighting: si te preguntas si tu trauma fue lo suficientemente malo como para sentirte tan mal como te sientes, lo fue; si te preguntas si mereces apoyo, lo mereces; y, si te preguntas si puedes recuperar tu vida, puedes hacerlo. 

Con información de Código Nuevo 

asl