Entre el boleros románticos de los hombres y la caballerosidad presumida de los años cuarenta, la voz y composición de dos mujeres ponían en duda este amor romántico que tanto pregonaba el hombre mexicano de la época. Con canciones aplastantes que doblegaban al más rudo y condenando al hombre infiel y malagradecido, Chelo Silva y Elena Valdelamar se hicieron escuchar.
La Segunda Guerra Mundial estaba terminando y en México la economía brillaba por la gran cantidad de inversión extranjera y un aumento de 10 puntos porcentuales en el Producto Interno Bruto. En la televisión, Tin Tan hacía reír a la sociedad, David Alfaro Siqueiros pintaba los muros, Luis Buñuel sorprendía con su ojo en el cine, José Sabre Marroquin componía y el presidente Miguel Alemán reconocía el derecho de la mujer a votar municipalmente y Agustin Lara cantaba "Farolito que alumbras apenas mi calle desierta, ¿cuántas noches me viste llorando llamar a su puerta?".
La vida política y cultural de México tenía un inmenso poder que expedía una palabra: transformación.
Es en este escenario que, de manera disruptiva y contra todo precepto de la feminidad afable y tierna, estas dos mujeres le llamaban gusano a los hombres y se abrieron paso en una sociedad masculinizada que, aunque intentaron cerrarles la puerta, no pudieron apaciguar sus voces.
Conoce a Chelo Silva, la mujer que incomodaba a los hombres
¿Cuántas veces no se han escuchado canciones de hombres indecisos que no saben a cuál mujer elegir?, Chelo Silva consciente de esto decidió armar su propia versión y cantar abiertamente "Dios mío, dime tú qué puedo hacer si tengo dos amantes", por supuesto, su cantar resultó incómodo para el conservadurismo de la época que cuestionó la letra de esta pieza titulada Cuál de los dos.
El erotismo, la hipocresía de la infidelidad femenina, historias de trabajadoras sexuales y exponer lo sucio del amor romántico son algunos de los pilares para entender su trabajo que años más tarde serían fuente de inspiración para Paquita la del Barrio.
Mientras que en las radios el bolero masculino de voces como la de Tata Nacho cantaba sobre la belleza y gentileza femenina en canciones como Nunca, Nunca, la voz desenfadada de Chelo Silva cantaba lo siguiente.
"Te aplastaré como a un gusano y ya después, te enterraré en el pasado. La venganza será de mí." (Arrástrate)
Murió en 1988 en Texas, alejada de los reflectores y de la fama. Una de las artistas mexicanas que no temieron a cantar desde la rabia, señalar con el dedo el doble discurso de la sociedad mexicana y luchar contra el endulzamiento del amor romántico; revolucionaria por demás.
¿Qué canciones escuchar?
- Amor de la calle: Una oda a las trabajadoras sexuales, los dolores y el frío de la noche.
- Sabes de qué tengo ganas: Canción que apela al erotismo y la entrega.
- Respeta mi dolor: Canción sobre la aceptación del fin de una relación y el rechazo a recibir un amor incompleto.
Ema Elena Valdelamar, la compositora que se cansó del amor... y de los hombres
"¿Qué?. ¿apoco usted es hijo de hombre?", le increpó Ema Elena Valdemar a Mariano Rivera Conde que trabajaba en la estación más popular de la época, luego de que éste le dijera que como sus canciones eran de mujer, entonces, no servían.
"Era peleonero, pero yo también era gallo" (Elena Valdelamar)
Aunque, en sus palabras, "la había mandado al cuerno", no tardaría en escuchar nuevamente su nombre y cómo no la haría si poco después escribiría obras como "Mil besos", "Mucho corazón" y "Cheque en blanco".
Sus composiciones han sido interpretadas por Julio Jaramillo, Javier Solis, Los Panchos, Daniela Romo, Armando Manzanero, Juan Gabriel, Luis Miguel, Vicente Fernández y centenas de orquestas alrededor del mundo.
En los años cincuenta, las canciones tenían una tendencia donde la mujer se mantenía en una posición pasiva, objeto último de deseo / conquista. Fue así que Elena Valdelamar, cansada de escuchar este patrón invirtió los papeles y comenzó a escribir sobre la mujer propositiva que tenía la facultad de conquistar y también, poseer -no sólo ser poseída-.
Expresaba de igual a igual los deseos carnales, cantaba al amor de varios hombres y componía versos similares a los de sus congéneres de la época. A través de su voz, colocó a la mujer del otro lado del cristal cantándole a la libertad sexual, las traiciones y los desencantos del hombre.
Nacida en la Ciudad de México, Ema Elena Valdelamar representó la resistencia de la época y es que, sus composiciones continúan ondeando la bandera de la rebeldía con frases poderosas como: "Yo no busco quién me quiera ni pretendo ser financiera que me avale lo que soy. Ahí te dejo un cheque en blanco a tu nombre y para ti, es por la cantidad que quieras. En donde dice desprecio, ese debe ser tu precio y va firmado por mí".
¿Qué canciones de Elena Valdelamar escuchar?
- Mucho corazón: Sobre amar y aprender a establecer
- Hipócrita: Canción sobre el desengaño y el amor romántico.