Andrea Huenchupán es la primer futbolista transgénero de salón en Argentina, aunque el camino fue difícil, pues se enfrentó a uno de los dilemas más grandes, su pasión por el fútbol o el cambio de género, pues para ella, sería imposible volver a jugar una vez que iniciara su transición, sin embargo, a sus 42 años logró vencer ese obstáculo y cumplió su sueño.

La idea de su cambio surgió desde su adolescencia, sin embargo, le tomaría varios años más decidirse. En 2003, después de separarse de su pareja y replantearse qué era lo que realmente quería, inició su transición aún con el temor de tener que abandonar su pasión más grande: el fútbol.

Actualmente, Andrea juega para el grupo de Los Andes, y ha contado con el respaldo de la Asociación del Futbol Argentino, que reconoce sus derechos y su género en su totalidad, por lo que la jugadora dice sentirse profundamente agradecida. 

En una entrevista para el medio argentino Clarín, la futbolista señala que en un ámbito tan discriminatorio y machista, sus compañeras fueron de especial apoyo, pues fueron quienes tomaron con más naturalidad la situación y reconoció la lucha de las mujeres para que se les reconozca en igualdad de derechos. 

La inspiración de Andrea: Mara Gómez

Andrea señala que uno de los pilares más importantes para hacerse camino en el futbol argentino, es la jugadora Mara Gómez, quien, al igual que ella, atravesó por múltiples situaciones difíciles de transfobia, sin embargo, logró sobrepasarlo cuando el mundo fue testigo de su increíble talento con el balón. 

“Yo pertenezco al colectivo LGBT, el cual muchas veces sufre la discriminación, la exclusión y la falta de oportunidades. Yo siempre digo que eso es un asesinato sin armas, porque mucha gente no tiene la fortaleza para soportar esos obstáculos y termina suicidándose, señaló para infobae. 

Mara Gómez de actualmente 25 años, juega como delantera en la primera división femenina de Argentina y a través de la experiencia en el deporte, orientó e impulsó a Andrea para seguir sus sueños; sueños que se han materializado y que abren una brecha para todas aquellas personas transgénero que buscan ocupar espacios que antes, parecían imposibles. 

A.D