Nora Al Matrooshi es una ingeniera mecánica originaria de los Emiratos Árabes. Hasta hace poco trabajaba para la emiratí National Petroleum Construction Company. Al Matrooshi fue elegida para formar parte de un equipo de cuatro astronautas de Emiratos Árabes Unidos (EAU) para una misión de ocho días en la Estación Espacial Internacional.
“No es que falten mujeres de esta parte del mundo, sino que [esta parte del mundo] no estaba interesada en el espacio antes y ahora está empezando a interesarse en él”, explicó en entrevista para la EFE.
Para ser seleccionada tuvo que superar un largo proceso en el que participaron 4,305 candidatos, de los que el 33% eran mujeres, y que incluyó tests de inteligencia, personalidad y capacidad técnica, exámenes médicos y rigurosas pruebas para evaluar la condición física, el trabajo en equipo y la capacidad comunicativa.
Fotografía tomada de internet.
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Fue el propio vicepresidente y primer ministro del país árabe, Mohamed bin Rashid al Maktum, quien en un mensaje en su cuenta de Twitter anunció “a la primera mujer árabe astronauta, entre los dos nuevos astronautas seleccionados para entrenar con la NASA para futuras misiones de exploración”.
Romper con estereotipos
Para Nora, ser una mujer sarabe astronauta es algo disruptivo, que rompe con las ideas establecidas de que las mujeres árabes no pueden hacer carreras profesionales en labores que antes se consideraban como “de varones”.
“Tengo que dar lo mejor de mí, tengo que trabajar más del 100% y demostrar que merezco estar en esta posición”, afirma en una entrevista a la aspirante a llegar al espacio, de 28 años, que lucha cada día para “acabar con esas ideas” de que tanto ella o “la mujer árabe, en general” no pueden formar parte de la carrera espacial.
Fotografía tomada de internet.
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“Quiero acabar con este estereotipo”, afirma la joven emiratí.
Para Al Matrooshi, el sueño de ser astronauta viene desde muy joven, ser seleccionada para una misión en la Estación Espacial Internacional significa cumplir uno de sus sueños más grandes, pero también, significa refrendar el compromiso que tiene con su país.
“Me siento muy emocionada porque he querido ser astronauta durante mucho tiempo. Y finalmente he logrado esto. Pero también siento un gran sentido de compromiso y responsabilidad hacia mi país y hacia el mundo árabe porque los estaré representando en el espacio”, dijo.
Fotografía tomada de internet.
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Ahora mismo, Al Matrooshi se encuentra en Dubái formándose para esta ardua tarea y luego se dirigirá al Centro Espacial Johnson de la NASA en Estados Unidos para continuar con sus dos años de formación y por el que serán instruidos en vuelos espaciales tripulados e investigación espacial para poder llevar a cabo misiones de órbita baja.
Con información de: Forbes
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