Hablar de género ha representado un punto de inflexión muy importante para nuestra sociedad, nos ha dado la visibilidad de personas que durante años no se sintieron representados. El acrónimo LGBTQIA+ incluyó y nombró las identidades que durante mucho tiempo no vimos.
Agénero (o género neutro): persona que no se reconoce dentro del binomio sexo/género (masculino-femenino).
Clóset (salir del): expresión utilizada para declarar abiertamente la propia orientación sexual diferente a la heterosexualidad.
Cogénero: personas cuya identidad de género y género asignado al nacer son concordantes con lo socialmente establecido.
Disforia de género: opuesto a la euforia se refiere al disgusto, desajuste o malestar con el sexo biológico correspondido al nacer a la persona.
Heteronormatividad: seguir el patrón de la hetrosexualidad establecido socialmente.
Poliamor: amar a varias personas de forma consensuada, consciente y ética con la condición del amor entre las personas y su aceptación de una relación múltiple por todas las partes involucradas.
Transgénero: persona cuyo sexo biológico no corresponde con el sexo con el que se identifica. En este caso se lleva a cabo una una transición mediante un proceso médico, quirúrgico y acompañamiento psicológico.
Transición: periodo en el cual una persona transgénero empieza a vivir con el género con el que se identifica, este proceso incluye desde el cambio del nombre, documentos oficiales, tomar hormonas, someterse a una cirugía y reasignar los genitales.
Binario: es un modo de representación y división de género que presupone que únicamente existe lo femenino y masculino.
Bisexualidad: es la orientación sexual en la que la persona siente atracción por ambos géneros binarios (femenino-masculino).
Con información de Babbel
ASL