¿Quieres mandarle una foto a tu pareja pero no sabes hacerlo de forma segura? ¿Quieres hacer sexting para encender tu relación pero te preocupa tu seguridad digital? Desde que la discusión sobre violencia digital se centró en la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento, o en lo que conocemos como Ley Olimpia, todas hemos pensado en si hacer sexting está mal o si es riesgoso.
No te preocupes, lo primero que debes saber es que es nuestro derecho ejercer nuestra sexualidad; eso incluye realizarlo en el espacio digital de manera libre, plena e informada. Así que tranquila, el sexting no es malo y no debes sentirte culpable si quieres hacerlo; lo que sí debes saber es que una de las bases fundamentales para realizarlo es el consentimiento.
Sin consentimiento no hay sexting
La misma definición del sexting nos dice que debe existir un intercambio consensuado entre ambas partes. Sin embargo, el consentimiento no sólo consiste en decir que sí, este tiene diferentes dimensiones y diferentes niveles. El consentimiento es:
Dado libremente
No deben existir presiones o engaños para conseguirlo, todo debe ser de manera libre y plena. Recuerda, si no quieres hacerlo, es no.
Debe ser informado
Las personas que acuerden participar en el sexting deben dejar tener claro por qué lo hacen y que implica un intercambio entre sólo esas personas. El sexting no es un delito, lo que sí lo es es que difundan esas imágenes sin tu consentimiento y para eso hay leyes que nos protegen.
Es reversible
Puedes cambiar de decisión cuando lo decidas y la otra persona debe respetarlo, si mañana ya no quieres enviar tus fotos o quieres que las eliminen, es completamente válido.
Seguridad mientras sexteamos
Si ya hablaron sobre el consentimiento, ahora sí te damos algunos consejos para las tres etapas del sexting: la toma, el envío y el almacenamiento
1. La toma
Al tomar las fotos un consejo es el anonimato, procura que no aparezca tu cara o alguna señal clara de ti en la imagen. Las imágenes eróticas pueden ser creativas, no sólo se trata de tomar una foto de una parte del cuerpo, puedes experimentar con tu sensualidad y cuidarte al mismo tiempo.
Otro consejo es desactivar la ubicación de tus fotografías; en algunos dispositivos nuestra cámara está asociada con la geolocalización, asegúrate de desactivarla para que la persona que reciba tu fotografía no pueda acceder a ella. También puedes utilizar aplicaciones como OscuraCam o Exif, las cuales borran los metadatos de tus fotos para que no sean visibles.
2. Envío
Para el envío puedes utilizar aplicaciones de mensajería encriptadas, esto quiere decir que no son de fácil intervención. Algunas aplicaciones, como Telegram o Signal, ya cuentan con la opción de chats seguros, la autodestrucción de imágenes, o las fotos y mensajes temporales que no se almacenan ni descargan en el dispositivo. Procura utilizarlos para sextear.
3. Almacenamiento
Cómo guardas tus nudes es muy importante. Procura no guardar todo en tu dispositivo, ni subirlo a la nube; utiliza dispositivos de almacenamiento externo como discos duros y tarjetas de memoria, de esta forma si pierdes tu celular o tu computadora, no pierdes tus fotos.
Si utilizas carpetas para guardar tus fotos, puedes nombrarlas de forma diferente para que pasen desapercibidas o puedes utilizar carpetas ocultas.
Recuerda, el sexting es una forma de vivir nuestra sexualidad, no está mal hacerlo ni es un delito. Lo que sí es un delito es que difundan esas imágenes sin tu consentimiento, recuerda que hay leyes que nos respaldan y siempre podemos pedir apoyo para el acompañamiento a estos caso.
Con información de Las Hijas de Internet