La violencia contra las mujeres se presenta de muchas formas, en algunos casos los victimarios agreden a los hijos de las víctimas para causar un daño emocional aún más fuerte en las madres, a esto se le ha nombrado como violencia vicaria. 

La violencia vicaria es un concepto que fue creado para hacer referencia al tipo de violencia que busca ser ejercida mediante el daño a una tercera persona. En otras palabras, para hacerle daño a una persona en específico, el violentador busca dañar a una persona que sea importante para la primera víctima. 

Este tipo de violencia también es conocida como “violencia por sustitución” o “violencia por interpósita persona”, y se puede presentar cuando el abusador violenta física o emocionalmente a una persona, con la finalidad de afectar a alguien más. Debido al carácter estructural de la violencia contra las mujeres, son ellas las principales víctimas de esta modalidad de violencia.

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Violencia vicaria contra las madres, los niños pagan las consecuencias

La psicóloga clínica y forense Sonia Vaccaro, desarrolló una definición de violencia vicaria en contextos familiares, enfatizando que se trata de un tipo de violencia que afecta de forma específica a las madres, ya que esta violencia es ejercida por sus parejas o ex parejas en contra de ellas a través de continuar violentando a los hijos que tienen en común. 

“Judicialmente, ese individuo sabe que no tiene derechos sobre su esposa/pareja, pero sí sabe que conserva (y conservará hasta la mayoría de edad) poder y derechos sobre las hijas y los hijos. Por lo mismo, los transforma en objetos para continuar el maltrato y la violencia. Sabe que esa mujer será capaz de callar, tolerar, ceder y seguir aguantando muchas cosas sólo por sus hijos e hijas”, afirma Sonia Vaccaro en su blog.

Fotografía tomada de internet.

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De acuerdo con la psicóloga, los padres violentadores se aprovechan de la creencia hegemónica de que los hijos son una pertenencia de los procreadores, y de esta forma, los utilizan como medio para violentar a las madres. 

“El maltratador sabe que dañar, asesinar a los hijos/hijas, es asegurarse de que la mujer no se recuperará jamás. Es el daño extremo”, afirma la experta.

Con información de: 

soniavaccaro.com