Un domingo venían de viaje en carretera, de fondo estaba “She’s a Rainbow” de los Rollings, Felipe dijo que era una canción muy bonita para cantársela a un bebé; Lola le dijo que, si ella hubiera decidido gestar, sin duda lo elegiría padre de sus crías.
Desde muy temprana edad ella decidió que no quería tener descendencia, pidió a sus parejas que usaran condón, tomó pastillas -incluso las del día siguiente-, se inyectó, usó el DIU, interrumpió embarazos cuando los métodos fallaron, la ruleta rusa para evitar la maternidad se detuvo cuando a su vida llegó el “Myrena”.
Durante años Lola escuchó frases fastidiosas:
“No eres mujer completa si no eres mamá”, “Ya te llegarán las ganas”, “Eres una egoísta”, “Que rarita”, “Ya cambiarás de opinión”, “¿Quién te cuidará en la vejez?”, “Solo una madre sabe lo que es amar y ser feliz”, “Si un útero no da hijos, da tumores”.
Después de la plática en la carretera, Felipe le dijo que era momento de dejar de bombardear el cuerpo de Lola con hormonas por lo que él se haría la vasectomía. Ese sin duda fue un acto de amor.
¿Cuántas mujeres no quieren gestar y se enfrentan a cuestionamientos terribles? ¿Cuántos métodos anticonceptivos deben probar hasta sentirse tranquilas? ¿Por qué la mayor parte de la responsabilidad para prevenir embarazos recae en las mujeres? ¿Por qué no hay más como Felipe?
En la actualidad, cada vez más mujeres y personas gestantes optan por romper el mandato de la maternidad como proyecto único de vida; la determinación relaciona aspectos sociales, biológicos, culturales, historias familiares y hasta subjetividades. Para las expertas de ECOSUR-México resulta relevante hacer una distinción entre las mujeres que no pueden tener hijos y quieren tenerlos, de las que prefieren no tenerlos, o quienes toman la decisión temporal de no gestar, de las que eligen nunca ser madres.
Aunque no existen datos estadísticos sobre quienes deciden no procrear, la literatura señala que, las mujeres y personas gestantes que viven en zonas urbanas frente a la falta de equidad de género en la distribución de las responsabilidades observan un conflicto entre el crecimiento profesional, el ejercicio de la maternidad y el trabajo extra doméstico, ya que, desde su perspectiva, los costos son mayores que los beneficios que podrían obtener.
Alternativas para no embarazarse
La única manera 100% eficaz de evitar un embarazo es la abstinencia, en caso contrario, existen alternativas para reducir al mínimo las probabilidades, a continuación, se listan las diferentes opciones.
*Adriana Diego Hernández es economista (UAM-X), Maestra en Gobierno y Asuntos Públicos (FLACSO) Subdirectora de Innovación y Mejora (IECM).
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