Cuatro mujeres fueron asesinadas tras ser acusadas de brujería en Papúa Nueva Guinea, un país con bajos recursos y con altas tasas de analfabetismo donde imperan las supersticiones, informan este lunes medios locales, de acuerdo con Efe.

La noticia del país vecino de Australia tomó un tinte internacional cuando se dieron a conocer los actos de violencia que se cometieron contra las nueve mujeres. De acuerdo con la policía, cinco fueron rescatadas con vida e enviadas a un hospital para ser tratadas por las heridas a las que fueron sometidas, informó el diario The National.

¿Por qué acusaron a las mujeres de brujería?

El suceso tuvo lugar el viernes en la provincia de Enga, en una región montañosa del norte del país, tras el fallecimiento de un empresario local; responsabilizaron a las mujeres de la muerte de este hombre, a la vieja usanza, como sucedía en lo siglos XVI y XVII, en la Edad Media, con la quema de brujas, de acuerdo con estudios históricos

Los familiares del difunto acorralaron a las nueve mujeres a quienes acusaron de practicar la brujería para causar la muerte del empresario, las "desnudaron y torturaron con barras de hierro caliente", relató al medio el comandante en funciones de Enga, George Kakas.

La Policía investiga esta brutal agresión e intenta identificar a los torturadores y asesinos para formular cargos criminales en su contra, agregó el rotativo.

Esta historia del otro lado del mundo se conecta con la situación de México donde recientemente tres mujeres fueron atacadas con gasolina y ácido, como fue el caso de Luz Padilla en Guadalajara; Margarita Ceceña en Cuautla, Morelos y Liliana Fernández en Nuevo León, la única que sobrevivió a las quemaduras y violencia sexual a la que estuvo expuesta.

Organizaciones garantes de los derechos humanos apuntan a que en muchos casos las mujeres son acusadas de brujería para enmascarar la violencia machista; como fue el caso de la quema de brujas, donde las mujeres eran perseguidas por salirse de la norma social, de acuerdo con Silvia Federici.

LA SITUACIÓN DE NUEVA GUINEA

Papúa Nueva Guinea, un país rico en recursos naturales pero donde la mayor parte de sus 8,8 millones de pobladores viven en situación de pobreza, son frecuentes los ataques contra personas acusadas de practicar brujería o "sanguma", como se conoce en el país.

Papúa derogó en 2013 la Ley de Brujería, vigente desde 1971, que prohibía practicar "magia negra o hechizos para causar daño" y permitía ajusticiar a las personas acusadas de brujería.

El Parlamento papuano aprobó ese mismo año varias enmiendas al Código Criminal para que la pena de muerte se aplique para sancionar los asesinatos, las violaciones agravadas o en grupos, o contra menores de 10 años.

Hasta entonces, la pena capital en Papúa Nueva Guinea, en donde las creencias en la magia negra y la brujería están muy arraigadas, estaba vigente para casos de traición, piratería y asesinato premeditado, pero no se ha aplicado desde 1954.