Desde 1996, Daniela Luján se ha convertido en una actriz con la que toda una generación creció y que con su personalidad se ganó un espacio dentro de la farándula mexicana. A menudo, despojamos a las actrices de sus cualidades humanas, es decir, olvidamos que fuera de cámara son personas que atraviesan y viven circunstancias que nos son desconocidas y este, fue el caso de Daniela quien habló sobre su depresión.
Durante el programa envinadas de Youtube, la actriz decidió romper con el estigma de las enfermedades y hablar sobre la ansiedad y depresión que atravesó unos años atrás. Asimismo, durante este programa Daniela Luján visibilizó un problema muy importante, pues no podía evitar sentirse culpable de vivir en depresión pese a ser una persona “que tiene todo”.
“No quería ser una malagradecida porque soy afortunada en muchos aspectos. He tratado de ser obsesivamente feliz que terminó rompiéndome”, compartió la actriz.
El punto de inflexión en su vida, fue cuando se sorprendió así misma con pensamientos suicidas, por lo que decidió buscar ayuda de manera inmediata que la orientaran a saber qué ocurría en su vida; “me desperté un día y dije, ya wey, ya me quiero morir y después comencé a negociar la fecha de mi muerte”
Este pensamiento intrusivo la acercó a hablar con sus seres queridos y buscar alternativas para mejorar su salud mental, pues para esas alturas, ya tenía diagnosticada una depresión funcional.
El estigma de una depresión generalizada
Cuando se le preguntó a Daniela sobre su sintomatología, quizás si pasaba todo el día en cama e incapaz de salir de casa, la actriz explicó que en realidad ella cumplía con normalidad con sus actividades diarias; sus grabaciones en Una Familia de Diez y sus proyectos personales, sin embargo, la señal más clara para ella fue sentirse vacía y agotada.
La idea generalizada de que la depresión debe de cumplir con sólo ciertos requisitos estereotipados, invisibiliza otros tipos de depresión, minimiza y desinforma a quienes la poseen bajo la creencia de, “no puedo tenerla porque continúo trabajando con normalidad”, al respecto, Daniela Luján hizo un llamado a todas las personas para romper con este tabú.
“Las personas a menudo creen que no necesitan ayuda, no todas las señales son iguales para todas. Si estás agotada, ansiosa, apática por semanas, meses o años, anímate a romper con ese terrible ciclo y busca ayuda profesional”
El trabajo excesivo y una sociedad demandante que te pide siempre ser productivo y no tener un respiro para tu salud mental, son algunos de los motivos por el que la depresión se ha disparado de sobremanera desde 2015 en un 18.4%, según la Organización Panamericana de la Salud.
A la par, el documento académico "Patologizados, fatigados y perdidos: interpretaciones sociológicas del crecimiento de las depresiones en la modernidad tardía", indica que este padecimiento se ha hecho tan normal en sociedades occidentales que se ha convertido en una “pandemia” donde ha sido normalizada; normalizamos creer que sentirse mal es una constante y que debemos aprender a vivir con ese dolor en nuestro trabajo, escuelas, familias, pareja, porque así es como creemos que la vida misma funciona y no es así, el sistema capitalista nos orilla a siempre ser productivos y jamás mirar hacia el “yo”.
Citando a Alain Ehrenberg en La fatiga de ser uno mismo; "la epidemia de depresión basada en el agotamiento, debe entenderse junto con las normativas de autorrealización asociadas con el surgimiento del nuevo espíritu capitalista".
En nuestras sociedades contemporáneas, se considera que la depresión es una total inhibición de la acción; los medios masivos de comunicación han fomentado que en el la idea colectiva, se considere esta psicopatología de una manera aligerada y cargada de clichés de cómo la depresión debe verse y vivirse.
“La normativa es que el depresivo es un sujeto cansado en los sucesivos intentos por el devenir, sin embargo, concebir la depresión exclusivamente como patología social de la acción obstruye la comprensión de otras experiencias” (Patologizados, fatigados y perdidos: interpretaciones sociológicas del crecimiento de las depresiones en la modernidad tardía)
La depresión funcional es aquella que permite al sujeto desarrollarse con total “normalidad” (para el sistema), es decir, trabaja en demasía, produce, es buen estudiante y entra dentro de la normatividad ideal del individuo, hablar de estos temas en programas con gran alcance es de suma importancia pues permite visibilizar la depresión en diferentes matices y sobretodo, que una actriz como Daniela Luján hable públicamente sobre la depresión permite que dejemos de estigmatizar estos padecimientos y que dejemos de esconder la salud mental en las sombras del tabú.
“Nos obsesionamos con ser felices que nos rompe bastante (…) no nos da tiempo de vivir y reconocer nuestros duelos o emociones a fondo que al final, para eso están. Busca ayuda profesional, un diagnóstico es súper importante porque te ayuda a trazar un plan de acción y por supuesto, rodéate de tus seres queridos, construye redes de apoyo”, concluye la actriz.