Freud se basó en diversos mitos para desarrollar y explicar algunas de sus teorías, una de ellas, fue su teoría sobre el narcisismo. El mito romano de Narciso escrito por Oviedo, nos habla de Narciso, un joven apuesto, arrogante y llamativo que enamoraba por igual a hombres y mujeres. En cierta ocasión la ninfa Eco lo espero entre los árboles con los brazos abiertos y Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor, Eco desolada se refugió en una cueva donde se consumió y solo quedó su voz. Luego entonces Némesis para castigar el engreimiento de Narciso, hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en un lago, quedándose prendido de sí mismo, lo cual lo lleva al suicidio al no poder obtener el objeto de su deseo, el mismo.  

Actualmente el narcisismo está considerado como una patología en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM IV) el cual es nombrado trastorno narcisista de la personalidad, se caracteriza por un patrón de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía. Sobrevalora sus capacidades, exagera sus conocimientos y cualidades. Se cree superior a otros, sin embargo, en realidad tiene una autoestima frágil, se preocupa por cómo es visto por los demás, se le dificulta reconocer sus deseos y sentimientos, suele envidiar y pensar que le envidian, se siente perseguido todo el tiempo mostrando desconfianza, es desdeñoso e impaciente con los demás, entre otras características.

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Tipos de narcicismo

Por otro lado, en el Manual Diagnostico Psicodinámico (PDM-2) se plantean dos subtipos de narcisismo, uno grandioso con características de arrogante, explotador, envidioso, el cual niegan sus debilidades y reacciona con ira ante la insatisfacción de sus expectativas, devaluando a las personas que amenazan su autoestima; y otro vulnerable, el cual presenta rasgos de introversión, que está a la defensiva, ansioso y busca reconocimiento. Es un pozo sin fondo, nada le será suficiente, necesita ser cuidado, atendido, no habla honestamente de lo que siente, busca constantemente ligues y se vive como víctima.

Por su parte Freud escribió Introducción del narcisismo y posteriormente reformuló su escrito en el cual considera un narcisismo primario y secundario, por los cuales transitamos todos como parte de nuestro desarrollo. Este sistema se enmarca en la tópica del Ello, Yo y Super Yo, al tramitarse correctamente obtenemos una buena autoestima, autoimagen positiva, la capacidad de autoconservación, entre otros. En cuanto al narcisismo secundario es como una vuelta al narcisismo primario, donde no hay una debida tramitación y detona los estados patológicos como el narcisismo esquizofrénico, neurosis narcisista y psicosis. Lo cual nos dice que no se tramitó como tal, el tan conocido complejo de Edipo.  

Pues bien, esto que no se tramitó del todo bien en la infancia trae en la adultez de hombres y mujeres la estructura narcisista, en la cual podemos observar estadísticamente un mayor número de hombres según la fuente American Psychological Association, que mostró los resultados de un estudio realizado durante 1990 a 2013, a 475.000 personas en la Universidad de Buffalo (Nueva York).

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Personalidad narcisista

Recordemos que podemos observar en la personalidad narcisista, a alguien que roba el foco y/o a su contraste que se vive como víctima. Sin embargo, los rasgos que presentan son: claridad en sus objetivos de vida, aun cuando no sepan relacionarse con los demás, establecen relaciones inequitativas y de poder, no les interesa hacer pareja, a menos que ésta alimente sus huecos, cambian con facilidad de pareja ya que no se comprometen y se aburren prontamente. No muestran empatía y creará una máscara o botarga para ocultar su verdadero yo, que además les avergüenza, se relaciona solo a través de lo sexual, no se enamora,  aun cuando pareciera que existe entre sus parejas la sensación de una conexión muy “pasional” en realidad es psicopática, de hecho regularmente presentan disfunciones sexuales  y prefieren la masturbación ya que eso les “ahorra” el “tener” que vincularse,  y siempre busca ”algo más”  todo esto de manera inconsciente.

En lo cotidiano, las relaciones que establece son de odio-amor, ir-venir, aparezco- desaparezco, devalúa-idealiza, frustrada, no le importan tus logros, ni tus deseos, ya que estas a “su servicio”, cuando se cansa de la pareja la devalúa, maltrata, anula e invalida, para “convencerse” de que ya no puede seguir con alguien inferior a el/ella. Regularmente sus separaciones son tormentosas y violentas, intentará literalmente destrozar a la pareja y dejarla en caso de haber vivido juntos/as sin ningún bien, con una baja autoestima y la sensación de un gran vacío, aun habiendo hijos o hijas.

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En su sexualidad no le interesa con quién la ejerce, ya que sólo busca descargar su tensión sexual, no se conecta, y si bien tu emocionalidad siente un “apasionamiento incontrolable”, tu sensación será como si estuvieras con un mueble, justo porque no hace vínculos, no se conecta, no hay comunicación, no hay miradas, gestos, no se crea intimidad, la pareja para él /la narcisista es la de un objeto, no un sujeto/a con el cual interactúa, intercambia y crea, aun cuando sea pasajero.

Estas estructuras narcisista llegan a consulta por problemas de disfunción sexual, porque se van quedando sin amigos/as, por adicciones, por conflictos laborales, pero nunca llegan por su narcisismo, ya que los demás lo perciben pero él/ella no.  Así que, si te suenan las características aléjate inmediatamente ya que el costo emocional es grande. Si tú tienes dichas características te invito a trabajarlas ya que desde ti también tiene un alto costo más allá de la soledad.

Norma G. Escamilla Barrientos es licenciada en pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM y tiene maestría en psicoterapia psicoanalítica por el Centro Eleia, A.C.

@EscamillaBarr