En las últimas semanas, distintas mujeres que llevan una vida pública como Michelle Rodríguez o Yuridia han sido atacadas por tener físicos que no se adaptan a los cánones de belleza, esta ola de comentarios gordofóbicos han visibilizado las posturas de distintos medios de comunicación que continúan reproduciendo estereotipos de belleza inalcanzables, pero a pesar de que los medios de comunicación son la principal fuente de reafirmación, en realidad este es un problema estructural que viene desde el patriarcado y es usado para continuar oprimiendo a las mujeres.

De acuerdo con el portal Mujeres Jóvenes, los estereotipos son ideas impuestas y asumidas, sobre las características, actitudes y aptitudes de las mujeres y los hombres. Estas actitudes y aptitudes son aprendidas e interiorizadas a través de un proceso de aprendizaje y de la socializción, donde las personas aprenden e incorporan valores y comportamientos de la sociedad en la que nacen, viéndolos como aspectos “normales”, a pesar de que dichos estereotipos perjudiquen a las mujeres, pues son ellas las mas afectadas y las más tachadas en la sociedad.

Es así como se han creado una serie de estereotipos vinculados únicamente a las mujeres y cuando éstos no se cumplen son violentadas de manera sistémica:

  • La belleza exterior en las mujeres facilita el acceso a una mejor posición social y laboral.
  • Una mujer guapa y delgada puede tener al hombre que quiera.
  • Estar delgada y tener buena presencia es igual a éxito social.
  • La mujer debe conseguir llegar a ser una princesa para poseer a su príncipe azul.
  • No está bien visto que la mujer tome la iniciativa en la relación sexual.
  • Las mujeres deben ser delagadas, pero tener curvas.
  • Deben tener piel perfecta y sin arrugas.
  • Sus rasgos deben ser ‘finos’ (europeos) y su piel blanca.
  • Las mujeres no deben tener vellos ni imperfecciones.   

Según Laura Georgina Ortega Luna, profesora e investigadora en el Área Académica de Comunicación de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), estos estereotipos recaen principalmente en las mujeres, lo que trae consigo una gran carga psicológica, provocando así una guerra diaria contra su propio cuerpo, pero también contra otras mujeres.

Esta guerra es alimentada en gran medida por los medios de comunicación a través de series, películas, telenovelas o programas de televisión en los cuales se refuerza el estereotipo de que las personas con cuerpos diversos no tienen cabida y, por lo tanto, deben ser modificados para cumplir con el modelo establecido, pues solo podrían interpretar ciertos roles; a ello se suma la legitimación de la violencia a través de la burla.

La televisión y los medios de comunicación, tienen el poder de crear valores sociales y ejercer influencia en las personas porque ofrecen definiciones, presentan modelos, promueven estereotipos y pueden ser un exponente de cambios, esta idealización del cuerpo femenino a través de los medios de comunicación, tiene consecuencias negativas para las mujeres, jóvenes y niñas que observan cómo sus cuerpos se diferencian de estos patrones y cómo los gustos tanto de hombres como de mujeres se encuentran tremendamente influidos por los modelos que ofrece la publicidad.

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La violencia simbólica y los estereotipos de género

La violencia simbólica puede ser entendida como aquella que, mediante patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmite y reproduce la desigualdad, dominación y discriminación de las mujeres, así mismo normaliza la subordinación de la mujer en la sociedad, afirma el portal United Explanations. Es así como la violencia simbólica se encuentra presente en muchos ámbitos de la vida cotidiana y se nutre de otras violencias como lo puede ser la violencia económica, el mansplaining, la violencia psicológica o incluso la descalificación profesional.

De acuerdo con la escritora Rita Segato, la violencia simbólica es difícilmente codificable y es más efectiva cuando se ejerce de manera más sutil; la violencia simbólica no se manifiesta físicamente, sin embargo, es la que sostiene y da sentido a la estructura patriarcal de la sociedad. Del mismo modo, esta violencia es usada como un mecanismo de control social y de reproducción de desigualdades.

¿Cómo combatir los estereotipos de belleza?

Los estereotipos de belleza tienen un fondo estructural ya que es el sistema patriarcal quien los ha asentado y reproducido, es por ello que los esfuerzos individuales no parecen mermar dentro de esa estructura, pero cuando esto se hace colectivo pueden surgir movimientos como el body positive o el body neutrality, en donde se visibiliza la violencia y se busca derrocar esos estereotipos impuestos.

Sabiendo que las acciones individuales no resuelven opresiones sistémicas, el tener una buena relación tu cuerpo y una autoestima alta también es una lucha ya que se contrapone con las inseguridades que el patriarcado ha sembrado. Es por ello que aquí te damos algunos consejos para comenzar a desprenderte de esos estereotipos de belleza inalcanzables, con ello podrás sentirte más fuerte para seguir luchando y también contagiarás a las mujeres de tu alrededor para formar redes de apoyo.

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  1. Empápate del body neutrality: Este movimiento ha ido creciendo en varias partes del mundo y, que tiene como objetivo que las personas acepten su cuerpo tal como es, indepedientemente del peso que tengan busca que valoren su identidad como única y que entienden que el cuerpo es bello, que ni tu peso, ni tu color o tipo de piel, ni nada físico te define como persona.
  2. Trabaja en tu autoestima: Hay que tener claro que siempre habrá alguien que hable mal de nosotras, que nos critique de frente o a nuestras espaldas, siempre habrá alguien que nos lance un comentario violento sobre nuestro aspecto físico o personalidad. Si bien eso es algo que no podemos cambiar, sí podemos cambiar la forma en que reaccionamos frente a estas situaciones o comentarios. Teniendo una buena autoestima, un potente amor propio, estos hechos no debieran perturbarnos demasiado.
  3. Cuestiónate todo: Cuestionarse es la única forma para aprender y avanzar. Al momento de escuchar algún comentario sobre alguien, o el impulso propio de hacerlo, casi como un viejo hábito, debes detenerte y preguntarte si acaso lo que estás escuchando está dicho bajo el yugo de los cánones de belleza impuestas o si lo que tú acabas de decir o pensar, también lo está. Con este simple ejercicio, te aseguramos que te encontrarás varias veces en el día, cuestionando alguna frase, foto, publicidad, película, etc.
  4. Aprende a cuidar el lenguaje: Las palabras crean realidades, eso es un hecho y si bien las palabras son maravillosas y poderosas, hay algunas que tienen una connotación negativa y que debiésemos evitar repetirlas, puesto que hacen mucho daño.
  5. Usa la ropa que quieras: La ropa no tiene género y tampoco está limitada para cierto número de kilos, por lo que es importante que uses cualquier prenda que te guste sin importar tu “tipo de cuerpo” o las opiniones no solicitadas de personas prejuiciosas.