Ojitos Mentirosos, la famosa cumbia de los 80 del grupo coahuilense Tropicalísimo Fantasía, se ha convertido en el himno de la Gen Z en TikTok.
En medio de la conversación alrededor de la gentrificación, la protesta por precios más justos y el acceso a la vivienda digna, los jóvenes se están apoderando de las redes sociales para retratar sus colonias y barrios al ritmo de la cumbia mexa y el característico maquillaje de payaso inspirado en la película de Chicuarotes (2019) del cineasta Gael García Bernal.
Al ritmo de las letras: “Ojitos mentirosos no me mires, Tu mirada tierna me enloquece, es que tu mirar se parece, al ardiente Sol que amanece”, nos preguntamos, ¿qué esconden los ojitos mentirosos? Te contamos.
¿Por qué “Ojitos Mentirosos” se convirtió en tendencia?
TikTok se ha convertido en el epicentro de una tendencia que aparenta ser simple: jóvenes recorriendo las calles de sus barrios y colonias, con los rostros pintados con maquillaje de payasos, desde la CDMX y el área metropolitana, hasta el norte y el sur del país.
Pero detrás del maquillaje, las expresiones divertidas y los atuendos, sencillos o estrafalarios, la tendencia responde a la necesidad de retratar la identidad de un barrio a través de la estética sin embellecerlo.
Las calles llenas de baches, transporte público lento, paredes repletas de graffitis, tianguis y mercados, puntos de reunión colectiva, conforman un universo a menudo ignorado en las redes sociales y las tendencias, que optan por una imagen más “pulcra” del país, y omiten las colonias y barrios no centralizados.
La canción, junto a la forma estética de retratar barrios marginados, se ha convertido en una herramienta de expresión para jóvenes que, sin miedo ni vergüenza, muestran los lugares en los que viven o crecieron lejos de la romantización.
A pesar de que el trend ha sido replicado en diferentes partes de Centroamérica y América Latina, también ha sido objeto de críticas, y es que usuarios en redes sociales han señalado que los videos retratan una imagen del país empobrecida que supuestamente no lo representa.
¿Y qué tienen que ver los payasos?
El maquillaje de payaso es un elemento clave. Inspirado en la película Chicuarotes, simboliza la violencia y el dolor que a menudo se esconden detrás de una fachada de felicidad. Al adoptar esta estética, los jóvenes denuncian la realidad de los barrios que viven en la impunidad y la falta de oportunidades, lejos de la idealización de las zonas céntricas.
Los colores característicos del maquillaje: blanco, azul, rojo y negro, colorean los rostros de los jóvenes mientras el dibujo del ceño fruncido deja ver un rostro triste y solemne.