El Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar es un logro de los movimientos sociales que buscaban posicionar en la agenda pública la situación de discriminación, la violación a los derechos humanos de las y los trabajadores del hogar y la indiferencia social ante esta situación. Treinta y dos años después de su primera celebración, hombres y mujeres en situación precaria, siguen exigiendo la reivindicación a sus derechos.

Aunque un número considerable de hombres trabaja en el sector – con frecuencia como jardineros, chóferes o mayordomos – sigue siendo un sector donde predominan las mujeres: 80 por ciento de todos los trabajadores domésticos son mujeres

Tras el primer Congreso de Trabajadoras del Hogar, celebrado en 1988 en Bogotá, Colombia, se conformó la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar (CONLATRAHO); también se estableció el 30 de marzo como el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, fecha conmemorativa de la reivindicación de los derechos de un sector compuesto en su mayoría por mujeres indígenas o empobrecidas.

Actualmente, miles de hombres y mujeres que trabajan como trabajadores domésticos, siguen representando una gran parte del empleo informal y son una población vulnerable. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica que son personas que con frecuencia reciben salarios muy bajos a cambio de jornadas largas, sin garantía de días de descanso ni prestaciones, además de que en ocasiones están expuestos a abusos físicos, mentales y sexuales o a restricciones de su libertad de movimiento.

La explotación de los trabajadores domésticos puede ser, en parte, atribuida a los déficits en la legislación nacional del trabajo y del empleo, y con frecuencia refleja discriminación en relación al sexo, raza y casta


Este año, su discurso cobra mayor sentido, donde miles de personas, en su mayoría mujeres, le hacen frente a la emergencia sanitaria en condiciones de desigualdad que colocan su vida en mayor riesgo, a comparación de otros. Con este motivo María Isidro Llanos Moreno, Secretaria General Colegiada del Sindicato De Trabajadoras del Hogar, habla con La Cadera de Eva sobre la situación que las y los trabajadores del hogar enfrentan este periodo.

María Isidro explica que a pesar de que el coronavirus es motivo de preocupación mundial, no todas las personas pueden seguir las recomendaciones de aislamiento social, pues su vida y la de su familia depende de su salario. Decidir entrar en etapa de cuarentena significaría quedarse sin los recursos para subsistir y no hacerlo les coloca en mayor riesgo de salud respecto a otros, señala la Secretaria General.

En muchos casos, las compañeras y compañeros siguen acudiendo a sus lugares de trabajo por temor de que los despidan, se exponen a cargas más pesadas de trabajo o a prácticas que ponen en riesgo su salud

Durante estos días, el sindicato ha sugerido a trabajadoras del hogar que hablen con sus empleadores para concientizarlos sobre el riesgo que el uso de sustancias químicas en las labores de limpieza, puede significar. En momentos de extremo estrés, algunos de los empleadores piden a sus trabajadoras que limpien con mayor ímpetu, utilizando alcohol, cloro, lejía y otras sustancias que pueden causar daños a la salud, menciona María Isidro.

Las compañeras deben tener las herramientas adecuadas para no tocar los químicos y deben intentar platicar con sus empleadores para que hagan conciencia

Son pocas las trabajadoras a las que se les está respetando el salario íntegro, muchas temen quedarse sin trabajo si entran en etapa de cuarentena, otras saben que su única opción es aislarse sin remuneración, cuenta María.

Les dicen “vete a descansar” pero no les cubren su día, son despedidas, Otras se quedan ahí y tienen mayor carga da trabajo porque ahora es limpieza a mayor profundidad

   

La OIT menciona que las y los trabajadores domésticos trabajan para hogares privados, con frecuencia sin ninguna condición de empleo clara, sin registro y excluidos de la legislación laboral. María Isidro explica que en México, alrededor del 99% de las personas que trabajan en este sector lo hacen bajo acuerdo verbal, sin contrato escrito, y el 97% no cuenta con seguridad social.

Una de cada tres personas trabajadoras del hogar es jefa de familia y esta situación les coloca en mayor desventaja, pues viven al día

Constantemente, pero con especial énfasis en estas fechas, el Sindicato de Trabajadoras del Hogar ha hecho un llamado para que los empleadores integren a las trabajadoras y trabajadores del hogar en el programa piloto del IMSS. Es un beneficio al que todos los trabajadores tienen derecho, pero que además favorece a los empleadores, pues ya no tendrían que pagar por los servicios médicos en caso de algún accidente, señala Llanos Moreno.

A las trabajadoras del hogar: mientras más seamos (en el sindicato) podremos hacer cumplir mejor nuestros derechos

Actualmente, ante situaciones de despido injustificado surgidas en esta cuarentena, la abogada del sindicato está atendiendo diferentes casos. La canalización de las citas se realiza a través de correo electrónico y teléfono, para casos de despido injustificado, ausencia de prestaciones de la ley, carga excesiva de trabajo, trabajo sin goce de vacaciones, horas extras sin paga, etc., comparte María Isidro.

 

Los requisitos son que la trabajadora gane al menos 3 mil 80 pesos al mes, sin importar si trabaja de “entrada por salida” o si es de planta. Es un programa a nivel nacional

Las recomendaciones que se les da a las trabajadoras y trabajadores del hogar son que se debe hablar con los empleadores para que les otorguen las herramientas adecuadas, para así evitar que toquen las sustancias de manera directa o las inhalen. De la misma manera, para que sean más accesibles en sus horarios de trabajo, para que no se expongan a las aglomeraciones en el transporte o en su trayecto.

Las compañeras deben disminuir el peligro, atender las indicaciones de la Secretaría de Salud y no creer en los mensajes que no son los apropiados

La representante sindical recuerda que los derechos de las y los trabajadores del hogar en México ven suscritos sus derechos en el Artículo 50 de la ley federal, del decreto del 2 de julio de 2019, Capítulo XIII, el cual, entre otras cosas, establece un horario máximo de 8 horas, salario mínimo, derecho a contratación formal y prestaciones.

Queremos evidenciar los problemas del mundo, evidenciar los cambios estructurales que nos marginan todos los días, la violación a nuestros derechos, la discriminación y violencia

En el marco internacional, el Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, 2011 (núm. 189), establece normas para el trato de los trabajadores domésticos y afirma que al igual que otros trabajadores, tienen derecho al respeto y la protección de sus principios y derechos fundamentales en el trabajo, y a una protección mínima, entre ellos: promoción y protección de los derechos humanos, principios y derechos fundamentales en el trabajo, términos y condiciones de empleo, horas de trabajo, remuneración, seguridad y salud en el trabajo y seguridad social.

María menciona que de parte del sindicato se exhorta a los empleadores a pagar de forma integra el salario durante la cuarentena y a inscribir a las trabajadoras al programa piloto del IMSS. Si las trabajadoras están bien, significa que van a estar en condiciones de trabajar bien, concluye la representante del sindicato.

Salimos ganando todos, #cuidaaquientecuida