¿Por qué se celebra en junio el orgullo gay? El Día Día Internacional del Orgullo LGBT+ (lesbiana, gay, bisexual y trans), también conocido como Día del Orgullo Gay se celebra cada 28 de junio debido a un acontecimiento en Stonewall, Nueva York en 1969.
A finales de la década de 1960, en la mayoría de los estados en Estados Unidos todavía era ilegal ser homosexual. Es decir, ninguna sola ley protegía a los homosexuales de sufrir actos de discriminación.
Fue en ese contexto que ocurrieron los Disturbios de Stonewall, lo que provocó que desatara la revolución de la comunidad gay, y que hoy se conmemora en junio de cada año.
Esta es la historia
En 1967 El Stonewall Inn abrió sus puertas como un club gay en el corazón del bohemio barrio de Greenwich Village de Manhattan, Nueva York, pese a que este estado era famoso por por su estricta aplicación de las leyes contra los homosexuales, por lo que era casi imposible que los homosexuales se congregaran en un en un lugar público, así como en un bar.
La gente de la comunidad gay asistía por ser uno de los lugares donde se podía bailar. La mayoría de la clientela era gay, blanco y cisgénero. Las personas transgénero eran clientes ocasionales, pero en esa época, se autoidentificaban como drag queens o travestis, no como transgénero. Y rara vez se vestían con todo el atuendo, teniendo en cuenta no solo el acoso en la calle, sino también una ley que prohibía usar más de tres prendas de vestir asociadas con el sexo opuesto, cuenta Robert Bryan para el libro Stonewall: los disturbios que desataron la revolución gay de David Carter.
Bar Stonewall Inn el 2 de julio de 1969. (Larry Morris/The New York Times)
Al ser un bar para homosexuales, las redadas policiales eran comunes. La gerencia generalmente sobornaba a la Policía para que les avisara por adelantado de las redadas y pudieran encender las luces e interrumpir el baile, lo que podría arriesgar los arrestos.
Aquel martes 24 de junio, la Policía allanó Stonewall, irritando a los clientes de la comunidad LGBTT, quienes estaban cansados de las constantes agresiones y actos de discriminación.
Una noche fuera del Bar Stonewall Inn
En la madrugada del 28 de junio, elementos del Departamento de Policía de Nueva York e infraccionaron a los dueños para cerrar el bar. Sin embargo, en ese momento comenzó la resistencia de la comunidad gay, retoma CNN del libro de David Carter.
En el libro, Bryan cuenta que estaba caminando por la calle Christopher Street con un amigo cuando un joven llegó corriendo y dijo: “Hay una redada en Stonewall”.
Cuando Bryan llegó al lugar, los agentes se enfrentaban contra una mujer lesbiana que se resistía de ser arrestada. La multitud comenzó a arrojarles botellas, ladridos, monedas.
Eran alrededor de 200 clientes -lesbianas, hombres gays, personas transgénero, adolescentes fugados y drag queens- que fueron expulsados a la calle.
Una multitud se volvió contra los agentes que se refugiaron dentro por seguridad. Los homosexuales estaban acostumbrados a huir de la policía, pero esta vez eran ellos los que estaban a la ofensiva y los policías de retirada
"Era simplemente un momento emotivo, enloquecido por la adrenalina, completamente irracional", explica Bryan.
Había un espíritu de multitud, cuenta, y se sentía como un estado de ensueño, de actuación sin restricciones. "Dios sabe que nunca hubiera pateado a un policía de haber estado yo solo. Por fin estábamos contraatacando y fue emocionante".
Bryan cuenta que la Policía persiguió a los manifestantes en las calles de Greenwich Village mientras que el observaba cómo se formaba una “línea de coro” frente a los agentes y comenzaron a cantar.
Otros testigos señalaron que la primera noche muestran un “arco iris de niños”, aparentemente niños de la calle y jóvenes LGBTQ sin hogar, que probablemente fueron los principales instigadores.
Ese día el saldo fue de un agente agredido que tuvo que ser hospitalizado y 13 detenidos.
Lo que se vio en ese día ha sido contado en infinidad de historias, pero la certeza es que esa noche fue un parteaguas para el movimiento por los derechos de los homosexuales, los cuales se venían forjando desde meses antes. Y nada volvió a ser igual.
Un precedente por la lucha de los derechos homosexuales
En la década de los 1960, gays y lesbianas eran prácticamente forajidos, vivían en secreto y con miedo. Eran etiquetados de locos por los médicos, de inmorales por los líderes religiosos, de incontratables por el gobierno, de depredadores por los noticieros y de criminales por la policía.
En la década, miles de personas eran arrestadas cada año en esa ciudad por "crímenes contra la naturaleza", prostitución o comportamiento lascivo.
Las protestas comenzaron a forjarse. Poco a poco las personas salían a las calles a exigir sus derechos.
Antes de los disturbios de Stonewall, miembros de la comunidad LGBTQ se enfrentaron con la policía en Cooper’s Donuts y en la taberna Black Cat en Los Ángeles; en la cafetería Compton de San Francisco; y en el restaurante Dewey’s en Filadelfia, entre otras escaramuzas.
Organizaron manifestaciones en Washington para protestar por la exclusión de los homosexuales del servicio militar, y se reunían en Filadelfia cada año el 4 de julio para recibir “recordatorios anuales” que exigían protecciones legales.
Mattachine-New York ayudó a poner fin a las políticas que permitían las emboscadas de la Policía. Pero las redadas policiales en bares y baños públicos continuaron, y una serie de violentos ataques homofóbicos puso a la comunidad LGBTQ al límite.
La primera marcha del Orgullo gay
Las manifestaciones ya no pararon desde entonces. Un grupo de activistas idearon otra manera de aprovechar la energía que provocó los disturbios de Stonewall. Propusieron trasladar el recordatorio anual del 4 de julio en Filadelfia a Nueva York para el aniversario de los disturbios.
El 28 de junio de 1970, Rodwell y miles de personas regresaron a Greenwich Village para la primera marcha del Día de la Liberación de Christoper Street.
La marcha comenzó en Greenwich Village y recorrió 51 cuadras por la Sexta Avenida hasta Central Park. Según se reportó entonces, participaron entre 3 mil y 15 mil personas. No hubo ningún tipo de violencia.
Pronto, otras ciudades de Estados Unidos se unieron. El evento Se convirtió en un evento anual y en el desfile del Orgullo, que se celebra cada año en Nueva York y otras ciudades en todo el mundo.
bl